El Puerto de Alicante continúa hoy viernes con la parada del movimiento de mercancías, que impliquen una emisión de partículas a la atmósfera. La División de Medio Ambiente, creada por la Autoridad Portuaria hace apenas unos años para analizar y controlar la contaminación que producen las actividades portuarias, trabaja estos días para conseguir que la actividad portuaria no influya de ninguna manera al aumento de la contaminación en la ciudad.

Los niveles registrados en los medidores medioambientales instalados en el puerto, comenzaron a subir el pasado viernes, 22 de febrero, coincidiendo con el cambio de la meteorología en toda la península, y alcanzaron niveles máximos el sábado, por lo que se activó el estricto protocolo que tiene el Puerto para estos casos.

Tras la activación del protocolo, las mediciones de partículas disueltas en el aíre constataron la vuelta a la normalidad, volviéndose a permitir la actividad de las empresas afectadas. Sin embargo, el miércoles los niveles comenzaron de nuevo a subir, por lo cual se decretó un nuevo paro en las actividades en ese momento, y que durará en principio hasta mañana sábado a las 8 horas, en caso de que las diferentes evaluaciones no hagan tomar otras decisiones.

Contaminación ajena al puerto

A pesar de la paralización de cualquier tipo de actividad en el Puerto de Alicante, susceptible de emitir partículas contaminantes a la atmósfera, los niveles que se registran permanecen muy altos. Los expertos coinciden en señalar que esta situación se debe a las condiciones meteorológicas, que impiden la renovación del aire en la ciudad, creando un efecto de “habitación cerrada” en el que se concentran las partículas emitidas al aire por múltiples factores, como el tráfico. Tanto es así que, en algunas franjas horarias en la que la actividad portuaria era completamente nula, se han llegado a registrar picos de 330 microgramos de partículas (PM10) cuando la media diaria contemplada en la normativa es de 50.

Durante estos días y ante las denuncias de algunos vecinos, que pensaban que se estaba operando con graneles, la Policía Autonómica, en sus inspecciones, ha podido comprobar que se trataba de una nube de partículas de agua que emiten los nebulizadores, como medida preventiva.

"La Autoridad Portuaria quiere reconocer públicamente el esfuerzo económico que asumen las empresas implicadas, con la paralización de la actividad. Empresas que eligen el barco como medio de transporte para sus exportaciones, evitando la emisión de muchas toneladas de CO2 a la atmósfera, como sucedería en caso de realizarlas mediante el transporte por carretera", subraya el Puerto en un comunicado.

Recordar que, desde que el Puerto reactivó su línea de ferrocarril, para el transporte de mercancías, ha evitado también la emisión de más de 1.200 toneladas de CO2 al año, de los nada menos que 5.376 camiones que serían necesarios para realizar el traslado de esas mercancías.