La Asociación de Vecinos Gran Vía Sur-Puerto denunció ayer que casi un año después (mayo de 2018) de que el Consell renovará al Puerto de Alicante la autorización para mover graneles cumpliendo una serie de medidas preventivas hasta que se cuente con naves cerradas, continúa trabajándose vulnerando, presuntamente, la legislación. En concreto, durante el pasado fin de semana, en concreto el sábado, se superó varias veces el límite de emisión de partículas a la atmósfera permitido, alcanzándose puntas de hasta 234 ug/m³ de partículas (pm10), cuatro veces por encima de la norma, que limita la emisión a 50 ug/ m³.
En concreto, los vecinos afectados han tenido acceso a las mediciones de la estación Parque del Mar, que registró niveles de contaminación superiores a la media en varias franjas horarias, con puntas de 107 ug/m³ a las 8 de la mañana y superiores ampliamente a los 50 ug/m³ entre las 10 y las 13 horas. «Las actividad sigue impune, se superan los niveles máximos de emisión de partículas y los hechos demuestran que se están cumpliendo las medidas provisionales que se acordaron hasta que estén las naves cerradas. Por todo ello debiera suspenderse la actividad», reclamó ayer José Santamaría, portavoz de la asociación Gran Vía-Sur Puerto.
Medio Ambiente mantiene, por su parte, que el Puerto cumple las medidas preventivas establecidas en la autorización «puente» hasta que se construyan las naves cerradas. En la operativa del sábado no se utilizó la tolva ecológica que solo sirve para descarga de barco a muelle.
Imagen tomada el sábado por la noche del muelle 17, donde se puede apreciar la nube de polvo y agua.Información
El Puerto admitió ayer el episodio de contaminación. «Efectivamente, se estaba moviendo granel, concretamente de piedra caliza, y tuvimos una alerta por superación de emisiones en el medidor del Parc del Mar. El protocolo que hemos establecido en el Puerto para actuar en estos casos es de los más efectivos. El medidor marca los niveles en tiempo real y los envía a un centro de control».
La Policía Portuaria se desplazó al muelle y en apenas unos minutos después de la alertase detuvo la operativa por un periodo de dos horas. Las mismas fuentes subrayaron que la falta de viento y las altas temperaturas están creando un efecto de «habitación cerrada». Es decir, que las partículas que se emiten a la atmósfera se quedan más tiempo flotando en la atmósfera. «Además, hay que tener en cuenta otro factor, y es que no solo producen partículas los graneles. Concretamente, en el caso del sábado, se está realizando un estudio para definir de donde proceden las partículas emitidas, pues la dirección del viento, en ocasiones, hace que converjan diferentes procedencias de las partículas hacia una misma zona, pero no significa que todas las partículas sean emitidas por los graneles», aseveraron desde la Autoridad Portuaria.
El movimiento de graneles en el Puerto se desarrolla de lunes a domingo cuando hay actividad y siempre supeditada a contar con el barco granelero. El buque objeto de la nueva polémica llegó a Alicante el jueves de la semana pasada y desde entonces se ha estado trabajado (salvo el domingo) hasta ayer. Las empresas tienen permiso para trabajar día y noche y, contra la nueva denuncia, fuentes de la comunidad portuaria aseguraron que, a veces, el efecto óptico que se produce por la acción de las aspersores de agua puede dar a pie a ver nubes de polvo. En realidad es vertido de agua sobre el granel para evitar la formación de la nube.
La Policía Autonómica tiene orden de vigilar si se cumplen la medidas preventivas y el uso de la tolva ecológica. Los vecinos afectados aseguran, por su parte, que siguen sin taparse con lonas las montañas de material que se deposita en los muelles hasta su embarque. Además, de haber lonas para cubrir el material que se almacena en los muelles, los acopios de granel no pueden superar en altura las pantallas cortavientos y los camiones no pueden abandonar los muelles sin una limpieza previa de las ruedas y los bajos para evitar que las partículas entren en la ciudad.
El Puerto comenzó a reconducir la situación y el 20 de febrero de 2018 presentó un nuevo plan de medidas y el compromiso de construir las naves cerradas, que irán en una terminal específica a finales de 2020 a cargo del grupo Eifagge. Medio Ambiente exige, mientras se construyen las naves cerradas, que haya lonas para cubrir el material que se almacena en los muelles, que se moje, que los acopios de granel no superen en altura las pantallas cortavientos y que los camiones no abandonen los muelles sin una limpieza previa de las ruedas y los bajos para evitar que las partículas entren en la ciudad.
En este sentido, la Plataforma de Afectados por las Descargas, volvió a denunciar el pasado 21 de enero ante la Dirección Territorial de Medio Ambiente, que se estaban produciendo descargas de material orgánico de color marrón en el muelle 11, uno de los graneleros. Según la respuesta de la Dirección Territorial con fecha de pasado 11 de febrero, "la actividad de carga y descarga de graneles en el Puerto de Alicante cumple con las medidas transitorias que figuran en la autorización de emisiones. Autorización que incluye el movimiento de productos orgánicos. Respecto a si se debiera realizarse con medidas antincontaminación, éstas son para materiales pulverulentos". Por otr lado, Medio Ambiente desconoce en que momento se encuentra el proceso para la construcción de la terminal cerrada para mover el granel.
La denuncia de los vecinos coincide con una nueva sentencia del Tribunal 4 de lo Contencioso-Administrativo de Alicante en la que el magistrado falla a favor del recurso que presentó la estibadora Alicante Port contra el decreto del Ayuntamiento del 11 agosto de 2017 en el que se exigía a las empresas que solicitaran la licencia ambiental municipal. El juez interpreta que es suficiente con la declaración responsable que tiene el Ayuntamiento desde de 2016.
