El Gobierno municipal del PP en la ciudad de Alicante se ha propuesto recuperar la distribución de los colegios en tan solo tres zonas, tal y como se aprobó el año 2013 bajo el mandato de Sonia Castedo y con Antonio Ardid como concejal de Educación.
Esta misma tarde, la treintena de consejeros escolares que representan a la comunidad educativa de la ciudad están llamados a votar por el distrito único. Esta nueva distribución permitiría que las familias que viven en el centro de Alicante elijan cualquiera de los colegios en toda la ciudad para sus hijos, independientemente de la cercanía o no al centro.
Y en cuestiones de proximidad divide la ciudad en dos áreas, la del sur donde se ubican los colegios de las playas y Carolinas; y la del noroeste que agrupa los centros educativos de San Blas entre otros, como figuran en el mapa facilitado por el PP.
Aunque la votación que lleva el grupo popular al Consejo Escolar Municipal no resulta vinculante, porque la atribución del proceso de admisión de alumnos corresponde al Consell, el PP quiere mostrar su expreso respaldo al sector de la enseñanza concertada que ha reclamado la libertad de elección de centro desde el mismo minuto en que el anterior gobierno tripartito devolvió a la ciudad en 2016 la distribución de los colegios en nueve zonas, tal y como estaba antes de la llegada del PSOE y Compromís al Consell.
La elección de colegio entra, de esta forma, en la batalla electoral de los partidos. Mientras el conseller Marzà, de Compromís, ya ha advertido que no va a haber cambios en este sentido porque mantiene la filosofía de que los alumnos deben ir a clase lo más cerca posible de donde viven para crear barrio, el alcalde, Luis Barcala , prefiere insistir en que la ciudad de Alicante merece poder elegir el colegio de los niños y ha querido liderar la propuesta que esta tarde debaten los consejeros escolares.
Consell
La representación de los consejeros escolares no asegura la victoria a priori a ninguna de las partes, pese a que en cualquier caso la decisión última recae en el Consell.
Aquel 8 de febrero de 2013, la votación por el distrito escolar en las mismas condiciones que se propone esta tarde salió adelante con 12 votos a favor, 6 en contra y 1 abstención. Tres años después, el 11 de febrero de 2016, los votos por la división escolar en nueve zonas, de la mano de la entonces edil de Educación, María José Espuch, se resolvieron con 11 a favor, 9 en contra y 3 abstenciones.
El PP dice contar de entrada con los cinco votos del sector de la enseñanza concertada además de otros cinco de representantes sindicales y dos de la presidenta del Consejo, la edil de Educación Mari Carmen de España, y de la concejala Mari Ángeles Goitia. Doce votos a los que no descarta sumar a algún representante vecinal, que son tres.
Proclives a mantener la distribución escolar actual están los dos votos de directores de centros más seis de los sindicatos STEPV, CC OO y UGT, de alguno de los tres vecinos y dos votos de la inspección educativa.
La diferencia la marcarían los cinco votos de los padres de centros públicos, que tras varias asambleas han decidido optar por abstenerse porque no quieren entrar en diatribas políticas.
