Cuando vemos u oímos pasar una ambulancia camino de un centro hospitalario, damos por hecho que una persona necesita una atención urgente por un problema de salud. Pero en ese mismo momento, se abre otro marcador donde se refleja que tardará esa misma ambulancia, u otra situada a varios kilómetros de distancia en reaccionar ante el siguiente caso de emergencia.
El mapa de cobertura que prestan las ambulancias en la provincia de Alicante cambió en 2013, con una reducción considerable del horario de vehículos en una decena de municipios. Y desde entonces, la distribución de vehículos apenas ha tenido modificaciones, a pesar del aumento considerable de tarjetas sanitarias que se han registrado en este tiempo.
Hace seis años se produjo un recorte considerable de equipos, sobre todo el pasar ambulancias que trabajaban las 24 horas al día a otras que prestan servicio justo la mitad. Esas 12 horas, en función de si se aplican por el día o por la noche, condicionan la atención directa que llega al usuario. Como también es distinto el servicio que ofrece un SVB y un SAMU. El primero es el Servicio Vital Básico, donde trabajan dos técnicos sanitarios, y en el segundo, el Servicio de Ayuda Médica Urgente, estos técnicos están acompañados por un médico. Es decir, no todos los vehículos de emergencias son validos para los mismo casos. Por eso, la proliferación de ambulancias SVB en comparación con los SAMU no garantiza el mismo servio al ciudadano.
Operativo actual
En la actualidad, en la provincia de Alicante, la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública dispone de tres unidades del SAMU 12 horas y 14 unidades SAMU de 24 horas. También de 15 unidades de SVB 12 horas y 23 unidades de SVB 24 horas, además de un helicóptero medicalizado coordinados todos ellos por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU).
Fuentes de la Conselleria explican que las unidades SAMU y SVB «no son servicios de ámbito municipal, comarcal o departamental y su gestión y coordinación la realiza de manera exclusiva el Centro de Información y Coordinación de Urgencias, quien en función de la gravedad del incidente, de la disponibilidad de recursos y de la distancia al lugar de la urgencia, entre otros factores, moviliza los recursos sanitarios más adecuados».
Este argumento de Sanidad choca con los críticas de los profesionales del sector, que ven a diario como no dan a basto a la hora de llegar a todas las emergencias que surgen. En el mejor de los casos, el radio de acción que deben atender las ambulancias desde su base es de unos 16 kilómetros. Pero la media de la superficie que se atiende desde cada área de salud es de 21 kilómetros, y en algunos casos, en zonas de la Marina Alta o la Vega Baja, llega hasta los 30 kilómetros de distancia.
Aún y todo, la Conselleria insiste en que «las unidades asistenciales SVB y SAMU, en ningún caso tienen asignado en exclusiva un ámbito territorial determinado y la base de las unidades de SVB y SAMU sólo tiene interés desde un punto de vista logístico (cambios de turno de personal, almacén, suministro de material, etc)». Es más, recalca Sanidad «las unidades SAMU y de SVB no son servicios de ámbito municipal, comarcal o departamental y su gestión y coordinación la realiza de manera exclusiva el Centro de Información y Coordinación de Urgencias, quien en función de la gravedad del incidente, de la disponibilidad de recursos y de la distancia al lugar de la urgencia, entre otros factores, moviliza los recursos sanitarios más adecuados».
De cara al futuro, Sanidad no prevé un aumento de dotaciones, a pesar del incremento de ciudadanos con la tarjeta SIP que se ha producido. «La Conselleria realiza una continua evaluación de la actividad de los servicios de emergencias y de las necesidades de la población en materia de emergencias para adecuar los recursos a las necesidades de manera óptima», añaden.
De Xixona a Mutxamel, regreso, y vuelta a El Campello
El día a día de un técnico sanitario responsable de una ambulancia es un continuo vaivén de kilómetros en carretera. En uno de estos equipos, concretamente en un Servicio Vital Básico (SVB) que tiene su base en Xixona, trabaja David Sánchez, el secretario autonómico del sindicato de técnicos de emergencias, el FS-TES (Formación Sindical-Técnicos de Emergencias Sanitarias). Desde el Punto de Atención Continuada de Xixona le toca «bajar» con frecuencia a servicio que se producen en zonas costeras, como la playa de San Juan o El Campello, lugares que, aparentemente, están más cerca del Hospital de Sant Joan, dotado con sus respectivas ambulancias.
«Sin ir más lejos, el miércoles pasado, -narra David Sánchez-, estábamos en Xixona y tuvimos que salir a Mutxamel para atender a un señor que se había fracturado la cadera. Encima, al tratarse de un cliente de una compañía privada, no lo llevamos al Hospital de Sant Joan si no a la Clínica Vistahermosa», explica de forma contrariada este técnico sanitario. El vehículo SVB regresó a Xixona y poco después tuvieron que arrancar de nuevo en dirección a El Campello.
Dolor de rodilla
«En este caso se trataba de otro hombre de 80 años, que se había caído en la calle con un dolor en la rodilla. De hecho subió por su propio pie a la ambulancia», comenta David Sánchez. El motivo por el que el CICU requirió a este SVB venir desde Xixona es que en el PAC de El Campello, la ambulancia atiende las 12 horas nocturnas, desde las 20.00 hasta las 8.00 de la mañana, por lo que durante el día, esta población no tiene vehículo de emergencias propio.
El pasado mes de octubre, este mismo técnico vivió en primera persona como no pudieron atender un accidente ocurrido en la CV-800, a la altura del polígono industrial de El Lobo, ya que su ambulancia estaba desplazada a El Campello. Desde el PAC de Xixona hasta el lugar del accidente se tardaba escasamente un minuto, pero al no haber ambulancia en cercana, se envió un equipo desde el Hospital de Sant Joan.
Por eso, Sánchez recalca que «es ridículo que se tarden 20 minutos como máximo en llegar a una emergencia, sobre todo en zonas más aisladas, que solo tienen atención 12 horas a día».
