Parecía poco probable que la situación fuera a peor, pero finalmente se han cumplido los peores pronósticos advertidos por los padres de alumnos del colegio Santo Ángel de la Guarda, que ya llevaban dos meses esperando educador para los 58 alumnos con discapacidad matriculados en este centro de Educación Especial, y que una vez cubiertas esas bajas en enero, se encuentran ahora de golpe con la ausencia de otros tres educadores.
Por si no fuera suficiente la tardanza que acumulan este tipo de plazas para ser cubiertas, -desde que Educación informa a Función Pública de las bajas y esta última conselleria contacta telefónicamente, y uno a uno, con los educadores en bolsa para tratar de cubrir la ausencias-, en estos momentos la situación se ha complicado sobremanera para estos niños porque dos de los tres educadores que faltan desde hace dos semanas, se han ido del centro y se han llevado las plazas consigo.
Esto quiere decir que la administración tienen que gestionar como de nueva creación, y mediado ya el curso, al menos dos plazas de educadores para este centro en concreto.
Las familias del colegio Santo Ángel se reunieron ayer en torno a uno de los carteles de denuncia a la salida de clase. JOSE NAVARRO
La Conselleria de Administración Pública aseguró ayer a INFORMACIÓN que solo tiene constancia por parte de Educación de la necesidad de cubrir una sustitución de educador en este colegio, y que esperaban lograr al profesional requerido «cuanto antes», dada la complicada situación que viene sufriendo este centro a lo largo del curso.
La ausencia de educadores comenzó en noviembre
Las dos primeras bajas de profesionales de apoyo en el colegio de Educación Especial Santo Ángel se produjeron el 22 de noviembre y hasta enero de este año no se cubrieron
A día de hoy faltan tres profesionales en el centro
Desde hace quince días faltan tres educadores, dos de ellos se han ido del centro con su plazas, por lo que hay que crearlas de nuevo.
La AMPA del colegio advierte que falta atención
Los alumnos, con diverso grado de discapacidad, no reciben el apoyo prescrito.
Sin embargo, son tres los educadores que desde el propio centro aseguran que les faltan desde hace ya quince días, uno de baja por enfermedad, que es el único del que tienen constancia en Función Pública para cubrirlo, y otros dos que se han ido del colegio tras ofrecerles Educación una mejora de empleo, lo que obliga a crear dos puestos en origen sin que la conselleria que debe hacerlo se haya puesto a ello porque lo desconoce.
Responsables de la Conselleria de Educación aseguran, sin embargo, que la coordinación entre el departamento que dirige el conseller Vicent Marzà y el de Función Pública, -que es el que debe aprobar las nuevas plazas en última instancia-, es «absoluta», pero que un nuevo inconveniente retrasa más, si cabe, estas sustituciones.
Según explican desde Educación, hasta que los educadores que se han ido del centro educativo tras aceptar la oferta de Educación para mejorar su empleo, no estén ocupando de hecho sus nuevos puestos, no se puede iniciar el farragoso trámite que implica crear dos nuevas plazas para el colegio Santo Ángel y sus 58 alumnos con discapacidades.
«Directamente hay seis de once clases afectadas por la falta de apoyos pero indirectamente revierte en todo el centro»
«No se trata de sustituciones en este caso, sino de la creación de dos plazas nuevas porque los dos educadores que se han trasladado en febrero a otros puestos se llevan con ellos las plazas. Esta es la razón por la que se ha tramitado todo para crear dos plazas nuevas», explican desde la Conselleria de Educación.
Aseguran, además, que «la Generalitat está trabajando en el trámite -que lleva aparejado la creación de estas dos nuevas plazas de educadores- para que sea lo más ágil posible», con el objetivo último de que «se asignen lo antes posible dos educadores en el centro».
Pero a los padres de los alumnos de este colegio ya no les convencen con palabras, dicen estar «cansados de remitir un escrito tras otro», tanto a la dirección general de Justicia y Administración Pública como a la Conselleria de Educación, a través de la dirección territorial en Alicante. «La única comunicación que se ha recibido en el colegio es que hay que esperar», apuntaba ayer la presidenta de la AMPA, Alexandra Botía Corral.
Angustia
Las madres ven con suma angustia que sus hijos no están atendidos «de forma continuada», tal y como consta en los respectivos dictámenes emitidos por los profesionales de los servicios psicopedagógicos escolares, y han decidido dar una mayor visibilidad al problema colgando carteles de denuncia en las vallas del colegio.
«Los niños se han quedado también sin salidas a la calle o al parque para ver el entorno y relacionarse»", ALEXANDRA BOTÍA CORRAL
En una de estas pancartas, las madres llevan la cuenta atrás de los días que sus hijos llevan sin todos los educadores asignados, que ya superan los 74 días lectivos. Ante esta crítica situación los alumnos, como asegura la AMPA, solo reciben clases lectivas la mitad de la jornada y el resto del tiempo «los profesionales hacen lo que pueden», lamenta Botía. Para estos niños se han acabado tanto las salidas en bicis adaptadas como la piscina del viernes o los talleres, mientras no recuperen los educadores que faltan.
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