La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, ha visitado la nueva sala blanca de la Unidad de Radiofarmacia del Hospital Universitario de Sant Joan d’Alacant, unas nuevas instalaciones que se han acometido en virtud del convenio de donación firmado con la Fundación Amancio Ortega.

La titular de Sanidad ha estado acompañada por la gerente, Beatriz Massa; el equipo directivo; los jefes de los Servicios de Medicina Nuclear, Farmacia y Protección Radiológica, José Verdú, Teresa Aznar y Francisco García Cases, así como el facultativo especialista en Radiofarmacia, Mauricio Martínez.

Ana Barceló ha resaltado que “las inversiones de este convenio se están convirtiendo en una realidad, como es el caso de la renovación de esta Unidad de Radiofarmacia, que ha supuesto un coste cercano a los 400.000 euros.

“La ampliación de la sala blanca de la Unidad de Radiofarmacia, dependiente de los Servicios de Medicina Nuclear y Farmacia, va a permitir que comencemos a elaborar los radiofármacos o isótopos radiactivos en el hospital y que en un futuro próximo se pueda recuperar, de manera paulatina, un servicio público que ha estado externalizado desde el año 2002”, ha destacado Ana Barceló. Para ello, se han aumentado los recursos humanos, pasando de un radiofarmacéutico a dos.

Esta internalización de los procesos aportará un “factor determinante de calidad del proceso asistencial”, dado que elimina diversas limitaciones de tipo logístico, económico e incluso técnico. En este sentido, “la elaboración por parte del hospital supondrá un ahorro de costes, evitando los problemas derivados del transporte, que se realiza desde Valencia, así como la caducidad de determinados radiofármacos que poseen una vida media más corta”, ha precisado.

En definitiva, este nuevo servicio “garantizará el suministro y lo que es más importante, permitirá atender las exploraciones urgentes en el mismo día, por lo que acortará los tiempos y reducirá las esperas de los pacientes. Todo ello supondrá avanzar en términos de eficiencia, mejorando nuestra capacidad de diagnóstico de distintas enfermedades, en particular las oncológicas”, ha subrayado la consellera.

La nueva sala blanca requiere unas condiciones específicas de esterilidad y está adecuada a las nuevas guías de buenas prácticas en la preparación y manipulación de medicamentos de la Comunidad.

Así, el Hospital de Sant Joan avanza en su definición como hospital oncológico, tal y como fue concebido desde sus inicios, con servicios de referencia como son la Medicina Nuclear y la Oncología Radioterápica.

La titular de Sanidad ha remarcado que, a finales de este mes, comenzarán en este Servicio de Oncología Radioterápica las obras del búnker doble que albergará dos nuevos aceleradores lineales.

Estos dos equipos, que se suman a los dos existentes en el servicio, se enmarcan en el convenio de donación con la Fundación Amancio Ortega y tendrán un valor de 4.800.000 euros. Estarán actualizados a nuevas técnicas, como son la SBRT y la radiocirugía, y se prevé que el primero de ellos estará instalado a finales de este año.

A continuación, la consellera se ha dirigido al Servicio de Medicina Intensiva para conocer las actuaciones que se han llevado a cabo en aras de mejorar la humanización de la asistencia prestada a los pacientes críticos y sus familias.

Así, se acaban de renovar las estancias destinadas a los familiares, con una nueva zona de espera que incluye máquinas expendedoras, y un despacho de información, con el fin de que los profesionales puedan informar a los acompañantes del paciente en un ambiente que garantiza la máxima privacidad y comodidad.

La consellera ha destacado “la creación de una habitación de duelo o despedida, un espacio en el que el paciente que se encuentra en sus últimas horas de vida pueda estar permanentemente acompañado de sus seres queridos. Esta medida vela por asegurar el respeto a la dignidad, autonomía e intimidad de las personas que se encuentran en situación final de la vida”.

Estas acciones se suman a las que viene realizando el Servicio de Medicina Intensiva durante los últimos dos años, acercando cada vez más el servicio a los familiares y pacientes; por ejemplo, con el aumento y flexibilización de los horarios de visita, pasando de una hora a tres diarias. También, se ha modificado la cartelería identificativa para orientar mejor a las familias y se han retirado elementos que actuaban de barrera en las visitas, como gorros o batas, que dificultaban el contacto entre el paciente y sus familiares, siendo ahora suficiente el acceso con calzas.

Otras medidas que persiguen humanizar la estancia del paciente han sido la incorporación de sonómetros para el control del ruido ambiental en la UCI; la colocación de relojes que incluyen la fecha en cada box, para ayudar a su orientación, y también la entrada de móviles, cuando la situación del paciente lo permite, de manera que pueda seguir conectado a su entorno.

Ana Barceló ha indicado que el Servicio de Medicina Intensiva ha incorporado recientemente una nueva Unidad de Cuidados Intermedios, conformada por tres habitaciones, dirigida a pacientes médicos y quirúrgicos complejos que, de esta manera, “van a poder recibir el nivel de cuidados óptimos que requieren”.