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Casi un 40% de las multas por consumo de alcohol van dirigidas a menores de edad

Sanidad imparte formación a 700 policías y guardias civiles para prevenir la oferta y la demanda de sustancias adictivas entre la población más joven

Casi un 40% de las multas por consumo de alcohol van dirigidas a menores de edad

El alcohol no solo es un problema de adultos. Numerosos niños y adolescentes son sorprendidos en la calle tomando copas, muchos de ellos en los denominados atracones intensivos, una práctica que puede dañar la salud neurológica de los consumidores. Así lo refleja el último estudio anual de la Conselleria de Sanidad, del que se desprende que un 36% de las multas abiertas en la provincia de Alicante por consumo de alcohol en la vía pública van dirigidas a menores de edad. Estas cifras proceden de las sanciones que imponen las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad en la Comunidad Valenciana, principalmente Policía Local y Guardia Civil.

Del total de menores expedientados, un 27% opta por sustituir la sanción administrativa impuesta por la realización de un curso formativo de concienciación sobre el consumo de alcohol y otras drogas. En relación al rango de edad, los jóvenes entre 18 y 34 años acumulan más de la mitad de los expedientes tramitados en 2018, concretamente un 52%. La segunda franja de edad corresponde a menores de edad con un 36% y, en último lugar, los adultos entre 35 y 64 años representan el 11% de las sanciones impuestas, según los datos de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública.

El terapeuta experto en conductas adictivas Nacho Rodes explicó a este diario que estos datos son preocupantes por el abuso que los jóvenes hacen de sustancias como el alcohol, lamentando que, como mínimo, uno de cada diez adolescentes que abusan de sustancias, comportamientos o actitudes, con el tiempo desarrollarán la enfermedad de la adicción «y como consecuencia perderán el control de sus vidas, destrozando su propia vida y la de todos los seres queridos que estén a su alrededor». Rodes explica que en ese momento tienen que recurrir «a profesionales expertos y someterse a un proceso largo y doloroso emocionalmente para todos, si se quiere conseguir controlar la enfermedad, ya que no tiene cura y únicamente se puede controlar y paralizar su progreso con una abstinencia completa de cualquier sustancia alteradora de la mente, o de cualquier comportamiento o actitud que nos de un placer inmediato, como son las adicciones en seco, compras, sexo o juego».

El experto y director de la asociación Atrae precisó que se trata de un problema «demasiado generalizado» en la sociedad que se debe enfocar desde dos vertientes o lineas de acción. En primer lugar desde la familia para poner límites a esos comportamientos y en segundo lugar, fomentando la denominada educación emocional.

Más expedientes sancionadores

En 2018 se tramitaron el mismo número de expedientes sancionadores en Valencia y en Alicante (47%). En el caso de la provincia de Castellón, en 2018 se notificaron 12 denuncias, las cuales suponen el 6% del total y la mitad respecto al 2017 (12%).

El total de expedientes por publicidad, venta, distribución y consumo de alcohol y tabaco en la Comunidad Valenciana ascendieron a 170 en 2018, un 20% más respecto al ejercicio anterior. En Alicante se tramitaron un total de 78 expedientes el pasado año, mientras que en 2015 solo fueron ocho. No obstante, estas cifras revelan únicamente una parte de los expedientes sobre esta materia, ya que la legislación actual valenciana permite a las entidades locales, en el caso de las infracciones leves, tramitar el procedimiento sancionador directamente o remitir el acta de la denuncia al Servicio de Drogodependencias y Otros Trastornos Adictivos.

Nacho Rodes afirma que la adicción o el abuso de sustancias no hace distinción de sexo

Respecto a la naturaleza del infractor, el mayor número de sanciones se cometen por varones (80%), aunque el número de mujeres aumentó un 16% respecto al año 2016. Nacho Rodes dejó claro que la adicción o el abuso de sustancias no hace distinción de sexo: «El empoderamiento de la mujer y la eliminación de los límites que la mujer tenía con respecto al hombre hace que esa paridad en condiciones, provoque las mismas posibilidades de consumo en ambos géneros», asegura este especialista.

En su opinión, las multas aumentan en todos los sexos y edades por la falta de alternativas de ocio y porque, con la crisis, es más económico comprar bebida y consumirla en la calle que en lo locales: «Los comportamientos abusivos no miran edad, sexo, raza o religión, a pesar de que los patrones de consumo en diferentes edades son distintos».Desde el Servicio de Gestión de Drogodependencias se continuará impartiendo el curso «Infracciones y sanciones por consumo de sustancias. La realidad de las adicciones» en aquellos municipios y mancomunidades que así lo soliciten. En los dos últimos años este curso ha tenido muy buena acogida, con más de 269 municipios participantes, donde han asistido más de 700 policías y guardias civiles de la Comunidad Valenciana.

En el curso se recibe formación específica sobre las infracciones por publicidad, venta y consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, la ley y sobre los instrumentos necesarios para facilitar al máximo la labor que realizan los agentes para prevenir y reducir la oferta y la demanda de sustancias que puedan crear una adicción, fundamentalmente entre la población más joven.

Vida destrozada

Lo primero que Nacho Rodes les dice a los adolescentes con problemas de alcohol o drogas es que la curiosidad o las ganas de experimentar nuevas sensaciones les puede llevar a desarrollar una enfermedad denominada adicción. En su caso, como en el de millones de personas, le destrozó la vida y la de su familia. Su experiencia le vale, por lo tanto, para guiar a niños y adultos por el camino más acertado. Considera que la responsabilidad de los padres es evidente y deben ser ellos quienes han de poner los límites a los consumos abusivos de los hijos, involucrarse en esos límites y ser estrictamente rígidos con tales comportamientos. Además, le resulta fundamental que los padres pidan ayuda si no saben como atajar el problema «pues son comportamientos caracterizados por ser progresivos y fatales». En su opinión, la responsabilidad de los colegios recae en la prevención e información: «Personalmente y por mi propia experiencia, si en el colegio o instituto hubiera tenido un espacio donde poder hablar libremente de mis emociones y adquirir esa inteligencia emocional, seguramente mi enfermedad no nos hubiera llevado, a mí y a mi familia, a los límites de degradación y dolor que nos llevó».

La importancia de la implicación de la familia

Nacho Rodes, experto terapeuta y director de la asociación Atrae, precisó que se trata de un problema «demasiado generalizado» en la sociedad y que los padres tienen una gran responsabilidad puesto que deben ser ellos quienes pongan los límites a los consumos abusivos y ser estrictamente rígidos con los comportamientos inapropiados de sus hijos. En su opinión, es fundamental pedir ayudar si no saben como atajar el problema.

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