P: Esta semana se han conocido nuevos retrasos en la Vía Parque,
R: Los que nos dirigen viven en otro mundo, se dedican a cuestiones ajenas al interés general. No trabajan o no saben hacerlo. ¿Qué ocurre? Que se paraliza la ciudad. Alicante, por ejemplo, está paralizada; y no sólo la Vía Parque, que también. Ahora se enredan con echarse la culpa sobre un terreno...
P: ¿Todo menos centrarse en lo importante para la ciudad?
R: Sin duda. El debate en la ciudad es una jaula de grillos: cada uno opina exclusivamente en función de sus intereses particulares. Eso no puede ser. No hay ninguna visión de conjunto en la ciudad.
P: ¿Sabe Alicante qué quiere ser cuando sea mayor de edad?
R: Mire. Si tuviera poder, si yo fuera alcalde, cogería a seis o siete personas con prestigio y trayectoria de la ciudad (arquitectos, ingenieros, geógrafos...) y les exigiría un plan sobre el futuro de la ciudad, y tras someterlo a exposición pública y darle una vuelta, todos los partidos lo tendrían que asumir. Hay que definir unas reglas del juego: qué hay que hacer a medio y largo plazo. ¿Qué es esto de vivir de ocurrencias? ¿Cuál es el resultado? Una ciudad paralizada, como Alicante. Entre las cosas que no avanzan está el suelo industrial, tanto con el tripartito como ahora con el PP. El problema es que no hay voluntad de hacerlo. ¿Y cuál es la excusa? El Plan General. ¡Pero si los planes generales ya no sirven para nada!
P: ¿Usted también comparte esa teoría que resta relevancia a los PGOU
R: Son unos instrumentos que tardan demasiado en desarrollarse y, una vez terminados, se quedan viejos muy rápido. La ciudad es más dinámica que un Plan General, necesita más agilidad. No tiene sentido y, además, los partidos nunca se pondrán de acuerdo. ¡Pero si se pelean por las lagunas de Rabasa! Y eso que no son más que unos agujeros que hizo la industria ladrillera. Yo, que soy extremeño, las llamaría charcas inmundas y no lagunas. Y es que los políticos sólo piensan en ellos, en sus partidos, en su pesebre, en que los mantengan en las listas... Yo siempre ofrezco mi equipo a los políticos, para que nos consulten lo que quieran. El primer mes siempre te dicen que «sí»...
P: ¿Y luego nada?
R: El alcalde saliente [Gabriel Echávarri], cuando se le ocurrió la diablura de hacer el puente en el Puerto, ¿crees que lo consultó? Así salió un puente que no se podía hacer, ¡era sólo una ocurrencia!
P: Hablando del puente, ¿cómo vería la ampliación de la peatonalización de la Explanada
R: Todo lo que sea reducir la movilidad de los ciudadanos no es bueno porque sí. ¿Se puede hacer? Sí. En su día, con el PP, hice un proyecto y se guardó en un cajón en el Ayuntamiento... Es una obra faraónica, compleja, difícil... Pero sería una apuesta para abrir la ciudad más al mar. Pero lo que no se puede es quitar el tráfico alegremente, pensando que el resto de la ciudad lo va a absorber sin que se produzca un caos. Eso no sería correcto.
P: ¿Entonces? ¿Hay alternativa?
R: Para ir de San Juan a la zona de Gran Vía, por ejemplo, se tarda ahora unos 6 o 7 minutos. ¿Pero y por las mañanas? Ni se sabe... ¿Por qué? Porque la avenida de Dénia se quedó incompleta. Es evidente que las grandes inversiones de la Generalitat siempre van a València. Lo que se hace aquí son chapuzas. Hay dos o tres rotondas en la avenida de Dénia que no se hicieron.
P: ¿Y el Puerto? ¿Hacía dónde tiene que avanzar? Nadie quiere industria, sobre todo los vecinos.
R: El vecino que vive ahí se queja, normal. A riesgo de sufrir críticas, debo decir que las mediciones de los graneles son legales. Y hablando del Puerto, llega ahora la ocurrencia de la oficina de turismo en el paseo, ¡encima del parking! ¿No hay otro sitio para poner esa caseta? ¡Claro, como nos la paga la Generalitat...! En fin. Al final, derroches sin sentido, sin una línea de actuación sobre la que se tenían que comprometer todos los partidos.
P: Pero eso no es fácil que pase en política, y menos en la actual.
R: Ya, ya, no pasa. Y a eso le sumamos que nuestros políticos están arrodillados ante València y ante Madrid. ¿Cree que nuestros representantes, por ejemplo, tendrían que votar los Presupuestos? Lo harán porque no les importan los ciudadanos, se importan a sí mismos.
P: ¿Y el proyecto para el Paseo Litoral
R: No sé si se hará, pero sí puedo decir que es ilegal. Se hacen los concursos sin pensarlos dos veces. Se hace un proyecto sin consultar, por ejemplo, a Costas... Tampoco se sabe ni con qué materiales se hará. ¿Qué ocurre con los concursos? ¿Sabe quién se presenta? Los que tienen tiempo. Nosotros no nos presentamos. ¿Por qué? No los pagan y para hacerlo bien te exige un gran esfuerzo. ¿Sabe de qué vivimos muchos? De arreglar esos proyectos una vez ya están hechos.
P: No le veo muy optimista. ¿Ve alguna solución para Alicante?
R: Con la infraestructura política que hay en la provincia, no tiene arreglo. Aunque me digan que estoy chalado, soy partidario de crear un partido provincial, cuya único razón de ser sea luchar por la provincia. Ya puestos, como hacen otros, vendamos nuestro voto, pero para sacar rédito para Alicante.
En corto
P: Después de años mirando y escribiendo sobre la ciudad, ¿cuál sería, a su juicio, la infraestructuras más necesaria para Alicante a día de hoy?
R: Diría dos, que son absolutamente necesarias. Acabar la Vía Parque de una vez y conectar también el aeropuerto con la ciudad.
P: ¿Pero con un recorrido por el interior, como reclaman los grupos municipales, o por la costa, como está proyectado por el Ministerio de Fomento, ahora dirigido por el valenciano José Luis Ábalos (PSOE)?
R: La costa habría que dejarla, no es bueno crear barreras en el litoral, y menos en Alicante. La conexión tendría que ir por el interior. ¡Y sin olvidar a Elche! Hay que ligar ambas ciudades, sería el único polo capaz de competir con València. Mientras no exista esa unión, nos seguirán toreando y ninguneando. Nos dan miguitas, como terminar el túnel de la Serra Grossa después de no sé cuántos años paralizado.
