P ¿Cómo es la situación actual de la mujer en el Congo?

R Por el momento la situación no es muy buena, desde luego no como soñamos, pero con el trabajo y la lucha desde hace 20 años algo ha mejorado. Pero no podemos hablar de la igualdad, de lucha contra la violencia de género o sexual, si la propia mujer no lo entiende. Por eso tenemos que trabajar para que eso ocurra. Ahora ya tenemos mujeres capaces y listas para defender esta lucha, que continúa. Es necesario conseguir la integración de la mujer en la toma de decisiones.

P¿Es optimista?

R La violencia sexual continúa, las violaciones continúan, pero ahora miramos al futuro con un poco más de serenidad y optimismo. Estamos convencidas de que la mujer va hacia delante aunque el combate es duro porque los hombres no lo entienden, las autoridades no nos integran y la democracia no puede avanzar si la mujer no está implicada en ella. No podemos hablar de desarrollo, de paz y de democracia si la mujer está marginada y no hay igualdad.

P En su país las violaciones han sido utilizadas sistemáticamente como arma de guerra.

R Así es, han sido utilizadas como arma y como estrategia de guerra. No podemos ignorarlo,las consecuencias están ahí.Ha habido avances gracias a los acuerdos entre las fuerzas beligerantes y los acuerdos internacionales. Las víctimas se van recuperando poco a poco porque lo han perdido todo, también las ganas de vivir.

P ¿Ha sido importante el Nobel para que se conozca esta situación?

R Estamos orgullosos del Premio Nobel de la Paz, del doctor Denis Mukwege, que se ha consagrado durante años a luchar contra la violencia sexual y a ayudar a las víctimas. Ha dado visibilidad y sensibilizado al mundo.