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Un registro obligatorio para operar legalmente

La Comunitat Valenciana cuenta al cierre de 2018 con más de 74.000 viviendas reconocidas por la Generalitat

En los últimos años la Generalitat ha encadenado campañas de inspección contra el intrusismo que se han traducido en el afloramiento de miles de viviendas de uso turístico. Han pasado de la clandestinidad a estar inscritas en este registro de la Generalitat, criticado por Competencia pero que es conditio sine qua non para operar legalmente como alojamiento turístico.

17.000 nuevas viviendas

Más de 17.000 viviendas turísticas clandestinas afloraron en 2018 en la Comunidad Valenciana, según ha explicado recientemente el secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer.

En concreto, fueron un total de 17.180 nuevas viviendas turísticas de las tres provincias las que se dieron de alta en el registro el pasado año, casi triplicando el número de altas que se registraron en 2015 (6.444). Quizá la aprobación de la ley el pasado verano hizo de 'efecto llamada' para que muchos propietarios que comercializan sus propiedades en las plataformas tipo Airbnb se animaran a registrarlas. Todas las viviendas inscritas en ese registro antes de la entrada en vigor de la nueva ley son 'legales' a todos los efectos, aunque vayan en contra de lo que dictan los planeamientos urbanísticos de sus ciudades. A 31 de diciembre de 2018 el registro incluye 74.150 viviendas, 10.754 más que el año anterior, teniendo en cuenta las altas y las bajas producidas.

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