En los próximos cinco años se aventuran nuevas modalidades de trabajo que llegarán de la mano de la implantación de la tecnología como un nuevo sector económico, transversal a los ya existentes, que convivirán con un incremento de la demanda del factor humano, imprescindible para atender el cuidado de los mayores dado el progresivo e imparable envejecimiento de la población.
«Hay que tomar conciencia de que los trabajos van a cambiar», aprecia Victor Tatay, director del grupo Adeco de Recursos Humanos en la Comunidad. La concepción del empleo ya es otra y mantenerse diez años en el mismo puesto pasará a la historia, tal y como vienen asimilando ya los milennials, que a su vez suelen ser hijos de los baby boomers que nacieron en la década de los 60.
La reinvención de los sectores económicos, de la mano de las nuevas tecnologías, ha pasado a ser una exigencia, y es un hecho que quienes se incorporen en el plazo de cinco a diez años al mercado laboral llevarán incorporado en su ADN la comunicación online y la tecnología digital, pero deberán acreditar, además, destrezas en software, programación y computación a todos los niveles, porque la robótica inundará la producción.
«La robótica incorporada a cualquier proceso industrial lo transforma, y obliga a cambiar los modelos de negocio», recalca Tatay. La totalidad de los sectores de la provincia consultados por este diario coinciden en vincular esa transformación digital con la también transformación del empleo, en una continua búsqueda por mejorar la satisfacción del cliente a todos los niveles.
En el nuevo ecosistema laboral que se avecina, se parte de averiguar la demanda a través del tratamiento de los datos o Big Data, sea cual sea el sector de producción del que se trate, y de innovar para llegar antes que nadie, tanto al mercado más lejano con la internacionalización de contenidos, como al usuario más cercano personalizando la oferta.
Tratamientos médicos personalizados, juguetes personalizados y estancias turísticas personalizadas dan una idea de lo que viene. Y en este marco global, la informática, las ingenierías, las matemáticas y las ciencias de la salud se llevan la palma entre los perfiles laborales con más demanda, así como los relacionados con las humanidades y el trato personal, léase psicólogos y fisioterapeutas, porque aumenta la esperanza de vida y habrá que procurar que sea con calidad.
Al amparo de estos perfiles, las empresas reclaman trabajadores que les catapulten y consigan llevar su imagen a la mayor cantidad de usuarios en todo el mundo, así como que innoven para ir por delante del resto del sector. El dominio del comercio electrónico, del marketing digital y de los motores de búsqueda online (SEO), para mejorar el posicionamiento de la empresa en las redes sociales, se darán la mano con la capacitación en al menos dos idiomas, además de la lengua materna, y con una versatilidad y habilidad para las relaciones que permita al futuro trabajador adaptarse a proyectos cambiantes en función de la realidad.
Los datos más recientes del Gabinete de Empleo de la Universidad de Alicante, aportados por Noelia Ferri, revelan que ya hay más oferta laboral para informáticos que trabajadores disponibles en esta especialidad para el desarrollo de programas informáticos y portales web en tiendas online.
Los publicistas y expertos en relaciones públicas, que con el postgrado o máster salen formados en el uso de las herramientas tecnológicas, son a su vez muy demandados para lograr buenos diseños gráficos y el posicionamiento digital que toda empresa demanda para no quedarse atrás.
Sin paro
Desde la gerencia de la Cámara de Comercio, que dirige Carlos Mazón, ponen sobre la mesa el reciente análisis elaborado sobre nuestro sistema productivo, que sitúa entre los sectores más relevantes a corto y medio plazo el del comercio y el almacenamiento, la hostelería, las actividades financieras y las profesiones científico-técnicas, administrativas, sanitarias y de servicios sociales.
Son, todos ellos, subsectores que a día de hoy concentran el 75% de un empleo que se está transformando con el referido plus de las tecnologías hacia una atención más personalizada.
Este balance coincide con la última Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística, que sitúa a los formados en salud, servicios sociales, tecnologías de la información, mecánica, electrónica y educación con las menores tasas de paro en al actualidad. Entre la población formada en tecnologías de la comunicación, la tasa de empleo es del 80%, similar a la de los graduados en agricultura o empresarios agrarios del mañana, y a la de los especialistas en salud y servicios sociales.
Enrique Herrero. vicerrector de estudios de la universidad de alicante:«Tenemos 200 cursos cortos para completar las demandas del futuro»
En la Universidad de Alicante se ofrecen más de 200 cursos cortos de entre 3 a 6 créditos, o lo que es lo mismo, de 30 a 60 horas, y cuyo coste oscila entre los 30 y los 600 euros, para poder estar al día con las demandas del mercado laboral. «En función de la demanda, se hacen segundas ediciones o simplemente se eliminan», explica el vicerrector de Estudios y Formación, Enrique Herrero.
Es la forma de no descolgarse con la formación, puesto que cualquier titulación oficial es más complicada de modificar en el corto plazo. Los cursos extra permiten «reciclarte o adquirir habilidades en un campo transversal al que se ha estudiado», añade Herrero.
Incluyen el marketing digital, el comercio electrónico, el desarrollo de software, el desarrollo de aplicaciones y de servicios, el bit coin, los destinos turísticos inteligentes, la gestión computerizada o la inteligencia estratégica para organizaciones innovadoras, entre otros.
Carlos Navas. director de instituto de fp. vocal nacional de fp-empresa:«Queremos que hagan contratos a alumnos de FP mientras estudian»
Los institutos de Formación Profesional han reclamado ya más autonomía para poder organizarse como si fueran universidades y dar respuesta asimismo a las demandas futuras del mercado laboral con sus estudios.
De entrada, el vocal de la FP-Empresa, Carlos Navas, a su vez director del Instituto Integrado de FP Canastell en san Vicente del Raspeig, sugiere que se pongan en macha mecanismos similares al contrato de formación, que ahora se prolonga durante un año, para que con un máximo de 30 horas el alumno tenga un contrato en una empresa mientras está estudiando. «Hay que adaptarse a lo que viene y en los institutos de FP tenemos profesorado preparado», afirma.
De esta forma, con estudios semipresenciales, «se podría formar en un par de meses en cuestiones de robótica, informática o electrónica aplicada», que van a resultar básicas para cualquier trabajador en el corto y medio plazo.
Business Intelligence, de la idea al cliente
El sector del calzado en la provincia se muestra abierto a los grandes retos que se presentan los próximos años de la mano del Business Intelligence o la inteligencia de negocios, que es el conjunto de estrategias y herramientas que usan los datos para mejorar la toma de decisiones.
La transformación digital de esta industria se apoya en el «business con el cliente» para llevar la idea al usuario de la forma más directa posible. Marian Cano, presidenta ejecutiva de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, Avecal, apunta que la robótica colaborativa y la impresión 3D están llegando al sector con la industria 4.0, y que la revolución del comercio online obliga a contar con todos los canales posibles porque muchos consumidores buscan el producto online, pero luego desean acudir a la tienda para probárselo.
Asistentes virtuales y control de consumos
El sector turístico de la gestión de hoteles y el alojamiento sigue considerando esencial para el empleo el factor humano, pero acompañado a corto y medio plazo de la incorporación de la tecnología «en el cien por cien de los procesos», como concreta Nuria Montes, secretaria general de Hosbec. Aventura sistemas de identificación tan sofisticados que las tarjetas serán historia en poco tiempo, dando paso a la huella o al reconocimiento facial. En una palabra, se trasladará a una especie de asistente virtual personalizado toda la realidad con la que contamos en nuestro móvil particular: horarios, gustos, costumbres y un largo etcétera. «Los trabajadores innovadores marcarán la diferencia, porque la tecnología no lo es todo. Habrá sensores que mejorarán el servicio, y programas para controlar consumos», concluye.
Empresario agrario y comercial a un tiempo
El proceso de transformación en el sector agrario parte del agricultor tradicional y desemboca en el empresario agrario que, a un tiempo, deberá tener conocimientos de comercio presencial y online, porque la competitividad de la producción agraria la marcará el producto diferenciado capaz de llegar a otros hemisferios con la misma facilidad con la que se compra en la tienda de la esquina. El secretario técnico de Asaja, la asociación provincial de jóvenes agricultores, concreta que la agricultura del mañana no se basa en producir, sino en comercializar. «Antes con cinco hectáreas se daba una carrera a los hijos, hoy necesitas 50 o 60 hectáreas, de ahí que el futuro empresario agrario necesite una formación variada en marketing digital también, y una alta profesionalización», para vivir de la agricultura, pero sin exclusividad.
El Big Data al servicio del juguete
En el Instituto del Juguete, (AIJU), apuestan por aplicar las nuevas tecnologías a cualquier tipo de producto lúdico, para personalizar al máximo el juguete. Lograr este nivel de cercanía exige el análisis de datos, es decir, expertos en Big Data, como apunta Maite Romero desde el departamento de formación.
El objetivo, aplicar en tiempo real las nuevas tendencias y los cambios de hábitos entre los niños. La adaptación tecnológica del sector permitirá conocer los patrones al instante y adaptar la industria juguetera a la toma inmediata de decisiones. El posicionamiento en redes, diseño de fabricación de moldes, digitalización y prototipado, así como la innovación en productos sostenibles y nuevos materiales, sumado a la robótica y la automatización industrial, centran el futuro laboral de este sector.
Competencia digital y empresario global
El sector de la empresa familiar que preside Francisco Gómez necesita a medio plazo mandos intermedios, con una buena base formativa en nuevas tecnologías para que aporten la competencia digital al sector de la pequeña empresa.
Para un nivel de cargos superior, Gómez apunta la necesidad de trabajadores que lleven aparejada una experiencia acumulada en distintos sectores, y una visión global del mundo empresarial y de los negocios. Pero nada de esto tiene razón de ser si no se dominan, al menos, un par de idiomas al margen del castellano. Las pequeñas empresas echan en falta, desde ya, especialistas del ámbito inmobiliario y de la construcción: yeseros, fontaneros, electricistas y pintores que tras el bache que ha vivido el sector de la construcción, han desaparecido, según Gómez.
