Dos años para obtener el grado de discapacidad. Es la amarga queja de un grupo de familias que tienen hijos con autismo y que están hartos de ver cómo pasan los meses sin poder cumplir con este importante trámite administrativo. Los certificados de discapacidad para toda la provincia se tramitan en el denominado centro base, ubicado en el barrio de La Florida de Alicante. La obtención de este certificado es esencial para poder tramitar ayudas específicas a la discapacidad. En el caso de los niños, señalan las familias, «es indispensable y supone el primer paso de otros muchos trámites que vendrán después, por lo que es especialmente injusto que estemos dos años para esto», señala Cati Agulló, una de las madres afectadas. Agulló señala que hay decenas de familias en esta misma situación y que están hartas de reclamar en el centro base y en la Generalitat Valenciana. «En el centro base nos dicen que no pueden hacer nada, que no hay personal suficiente, que van desbordados, y que los plazos se han ido dilatando en el tiempo hasta los dos años de retraso que hay actualmente».

Con el grado de discapacidad se tiene acceso, por ejemplo, a una prestación de la Seguridad Social por hijo a cargo, dirigida a familias con niños menores de 18 años y una discapacidad superior al 33%. Hacienda, explican las familias, también concede una ayuda similar siempre que se tenga en vigor este certificado, con el que también se tienen ayudas para deporte adaptado o para logopedia, por ejemplo. Para los padres también es necesario este documento, «con el que la reducción de la jornada laboral por cuidado de hijo ya no se limita a los 12 años, sino que es indefinida». El certificado de discapacidad también reconoce a las familias con dos hijos, uno de ellos discapacitado, como familia numerosa, lo que da acceso a otras muchas ayudas.

En el caso de Cati Agulló, su hijo fue diagnosticado de autismo a los seis meses gracias a que acudía a atención temprana y ahora lleva esperando para que le evalúen desde octubre de 2017.

«Haremos lo que tengamos que hacer por nuestro hijos y por todos los niños que vienen detrás de ellos. No nos vamos a quedar de brazos cruzados», asegura Agulló.

No es la primera ocasión en la que se denuncian retrasos en la obtención de los certificados de discapacidad. La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Alicante, Cocemfe, que agrupa a 44 asociaciones critica también la opacidad que existe desde hace meses en el centro de valoración. «Antes podías hablar directamente con los trabajadores y pedirles que agilizaran un expediente concreto, por ejemplo cuando una persona con discapacidad estaba pendiente de que le hicieran un contrato de trabajo. Ahora es imposible. No se puede hablar con nadie y tampoco te informan de la situación de los expedientes, algo que antes sí hacían sólo con facilitar el DNI», critica Antonio Ruescas, presidente de Cocemfe.

En este sentido, Ruescas reclama un plan de choque para que se agilicen los expedientes y que se recupere un protocolo para dar respuesta a los casos más urgentes.

Desde la Conselleria de Igualdad afirman que los centros de valoración de la Comunidad Valenciana se reforzaron con seis nuevos equipos, de ellos dos para Alicante, lo que supone ocho nuevas plazas. No obstante, añaden, los directores de los centros de valoración «están teniendo problemas para cubrir las dos vacantes de los médicos, ya que por la clasificación de las plazas les interesa más irse a trabajar a Sanidad». Para buscar una solución «se está hablando con los colegios profesionales de Médicos para intentar fomentar la cobertura de estas plazas y se está viendo con Función Pública la posibilidad de reclasificar las plazas para hacerlas más atractivas».

Igualdad también está ultimando unos cambios a nivel organizativo «que incluyen el establecimiento de un cribado técnico para dar prioridad a los casos en los que haya una mayor necesidad, como ocurre con los niños o con las personas con enfermedades graves».