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El Puerto elimina de la Zona Volvo y la Estación de buses la actividad industrial

Los técnicos modifican el plan especial para que el suelo solo sea terciario y así impedir que se instalen depósitos de combustible

Vista general de los muelles donde se celebra la Vuelta al Mundo a Vela (Zona Volvo), donde está prevista una nueva marina deportiva. hÉCTOR FUENTES

Los técnicos de la Autoridad Portuaria de Alicante prevén tener listo, antes del verano, para llevarlo a su aprobación en el consejo de administración, el documento por el que se modifica puntualmente el Plan Especial para autorizar usos terciarios en las parcelas junto a la Estación de Autobuses, donde ahora mismo solo se permiten usos industriales pese a que algunas de las antiguas fábricas han desaparecido, y también blindará la llamada Zona Volvo del uso industrial, ya que está prevista la construcción de un nuevo puerto deportivo. De esta manera, se prohibirá que en esos puntos del Puerto se pueda instalar una gasolinera o depósitos de combustible, algo que ahora sí permite la normativa.

El objetivo es que la Estación de Autobuses pueda contar junto a sus instalaciones con actividades complementarias como, por ejemplo, una cafetería o un supermercado, que den servicio a los pasajeros. El Puerto ha comenzado también a ultimar la modificación de su Plan Especial para encajar la nueva marina deportiva en la Zona Volvo, en un área que abarca desde el complejo Marmarela al muelle del museo, además de permitir usos terciarios en la parcela de Poniente donde se ubica la estación de autobuses.

El objetivo es tener listo y aprobado el documento este mismo año para que la iniciativa privada pueda presentar sus proyectos ajustados a la nueva normativa, ya que las zonas afectadas se rigen por la Ley de Puertos que permite alturas de hasta 12 metros que se reducen ahora a la mitad. En concreto, en la Zona Volvo, la volumetría será homogénea a la que se pidió para los pubs y restaurantes levantados en la zona lúdica.

El objetivo de contar con una nueva marina deportiva se enmarca, según fuentes de la Autoridad Portuaria, en el objetivo general de que los muelles 10, 12 y 14, desde donde parte la Vuelta al Mundo a Vela, tengan un uso náutico-deportivo, lo que permitiría su aprovechamiento durante todo el año.

El sector turístico viene reclamando, en este sentido, desde hace dos años al Consell y al Ayuntamiento de Alicante que aprovechen la coyuntura y sienten las bases para que la Vuelta al Mundo a Vela se quede para siempre, y para ello los hoteleros han planteado que la llamada Zona Volvo, donde se instala el Village de la regata pueda convertirse, por ejemplo, en la sede de una escuela náutica que tenga actividad durante todo el año.

La relación de Alicante con la Vuelta al Mundo de Vela comenzó en 2008 como parte de un acuerdo que incluía así mismo las ediciones 2011-12, 2014-15, y 2016-17. En 2010 la ciudad se convirtió en sede central permanente de la organización, que hasta ese momento había estado en Southampton. Y aquí sigue

La construcción de un nueva marina deportiva figura entre las actuaciones recogidas en el Plan Estratégico (2018-2022), que se aprobó el pasado otoño y tiene también como grandes objetivos la construcción de una terminal cerrada para el movimiento de graneles en el muelle 17, que tendrá además plataforma de vías en ancho internacional, y mejorar la competividad de los muelles para lograr que en el horizonte de 2022 el Puerto mueva 4 millones de toneladas al año (el 55% granel), 200.000 contenedores y 350.000 pasajeros.

El crecimiento de cruceristas previsto en el plan aún es mayor ya que prevé multiplicar por ocho los cruceristas que llegaron en 2017. Aunque en 2018 el crecimiento fue sido notable, con 108.000 pasajeros, un 15% más que en 2017, aún estamos lejos de la mejor cifra histórica de cruceristas en Alicante, que fue 2011 con 109.000, una tercera parte del ambicioso objetivo de 2022.

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria dio también vía libre en la sesión de septiembre al aumento en 3.000 metros cuadrados de la lámina de agua en la actual marina deportiva -dársena de Levante- con lo que Alicante podrá atender más yates y más grandes, mejorando así su competitividad en todo lo referente al impulso del turismo náutico, una de las apuestas de la ciudad de Alicante para desestacionalizar la llegada de turistas.

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