Que la salud física y mental puede contribuir a mejorar el rendimiento de los estudiantes y, por extensión, la sociedad en su conjunto, forma parte de las conclusiones del proyecto Erasmus+ emprendido por el colegio Jesuitas de Alicante con el Instituto Asker de Noruega.

Los estudiantes nórdicos pasan estos días entre familias y alumnos de Alicante y comparten sus costumbres, entre las que destacan diferencias de horarios para el descanso y las comidas que influyen en la actitud ante la vida, como señala el profesor coordinador del proyecto, Aitor Bilbao.

"Los alumnos noruegos son físicamente más activos y comen de una manera más saludable. Pese a nuestra dieta mediterránea, cuando viajamos allí encontramos familias prácticamente vegetarianas y muy concienciados con una dieta saludable y equilibrada", explica.

El nivel de madurez entre unos y otros jóvenes se aprecia como similar, pese a vivir en culturas diferentes "porque los problemas y desafíos de la adolescencia son muy parecidos".

Otras conclusiones de este intercambio apuntan a que mientras que con la mejora de la calidad de vida, en Noruega -entre los países con mejor nivel de vida del mundo-, el nivel de depresión entre la población se ha reducido, en nuestro país aumenta la mala salud a consecuencia del sedentarismo y la obesidad.

"Los horarios de alimentación noruegos son muy diferentes a los nuestros. Comen menos a mediodía, lo que les permite permanecer más activos durante la tarde, y la cena la realizan mucho antes, a las 19:00 horas, por lo que cuando se van a la cama ya han terminado la digestión y su sueño es más reparador", añade el profesor.

Aunque las horas de sueño son similares, "irse antes a la cama y levantarse antes está demostrado que es mejor para la salud".

En cuanto a la involucración de los jóvenes en programas de voluntariado, los alicantinos lo practican y está mas concienciados que los noruegos.

Refugiados

Finalmente el proyecto aborda el problema de los refugiados "para concienciar a nuestros alumnos y a los noruegos sobre este problema".

Han colaborado dos antiguos alumnos pertenecientes a la ONG Causas Comuns, con su experiencia como colaboradores en varios campos de refugiados de Italia, Bosnia y Croacia.

"Concluimos que podemos aprender mucho de otras culturas, y que especialmente la noruega nos enseña hábitos saludables, que son los que en definitiva van a conseguir mejorar la sociedad. Si nuestros alumnos, futuros adultos de nuestro país, tienen un nivel óptimo de salud, tanto a nivel físico como mental, podrán contribuir en mejor manera a mejorar la sociedad", indica Aitor Bilbao.

Este proyecto está estrechamente relacionado con la "pedagogía ignaciana, de la que nuestros alumnos tienen mucho que aportar a los noruegos, ya que uno de los pilares básicos de la educación en los centros de la Compañía de Jesús es formar personas para los demás", concluye.

Los profesores añaden que los alumnos, además de mejorar su preparación "para vivir en un mundo globalizado, donde la multiculturalidad está a la orden del día, mejoran la práctica oral de la lengua inglesa, vehicular durante prácticamente todo el intercambio.

Durante la estancia de los alumnos noruegos en Alicante han visitado Castillo de Santa Bárbara, la Concatedral de San Nicolás, el Ayuntamiento y el Peñón de Ifach en Calpe.