El grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante alerta del total abandono del parque del Palmeral y de su exclusión de los programas de mejora de la Concejalía de Parques y Jardines. El concejal Vicente Buades subraya que el servicio de barcas lleva dos meses inhabilitado y pide la reparación urgente de las infraestructuras básicas de la dotación situada en el Acceso Sur de Alicante.

"Lo que se concibió en los años noventa como uno de los parques emblemáticos de Alicante, una idílico palmeral con fuentes y cascadas, se ha convertido en una mera caricatura de la idea inicial", ha señalado el edil tras constatar una retahíla de deficiencias.

"Las carencias y problemas ha ido en aumento; muchas papeleras están rotas, fuentes que no funcionan, barreras arquitectónicas y carencias en la accesibilidad en algunas zonas, falta de drenaje del parque cuando llueve, plantas y árboles sin podar, bancos sin reponer, aseos y puntos claves del parque sin señalizar", apunta el concejal. "Y faltan monitores para realizar actividades lúdicas y rentabilizar este espacio tan privilegiado para usos ciudadanos".

Para Ciudadanos resulta incomprensible que en el último programa de la Concejalía de Parques y Jardines, dotado en la primera fase con 374.000 euros para 22 actuaciones, no se haya contemplado una acometida en El Palmeral, "por mucho que el concejal del área, Israel Cortes, vaya vendiendo ahora a bombo y platillo una subida exponencial en el borrador de presupuestos para 2019".

"No tiene sentido alguno que se planifiquen nuevos parques o zonas verdes si no somos capaces de mantener en condiciones los que ya tenemos. Y más -puntualiza Buades- después de haber hecho una inversión importante en la Avenida de Elche, con la creación de una senda ciclista que precisamente bordea todo el parque".

Ya en 2013 este diario dio cuenta del deterioro de uno de los parques más visitados de la ciudad, como destacó una familia inglesa que suele acudir con los niños al parque. Se referían a una de las pérgolas desconchadas que adorna uno de los rincones de El Palmeral. Estas pérgolas protegen varias esculturas verticales que juegan con el agua, y que están rotas y oxidadas. Varios turistas coincidieron en la decadencia de este jardín romántico.

Por entondes también había fuentes de agua potable cortadas, troncos de palmeras diseminados por los jardines, verdina resbaladiza en el suelo en la zona de merenderos, socavones en la tierra junto a algunos parterres y matorrales demasiado crecidos. Algunos usuarios se quejaron del mal olor en los alrededores de la zona de lagos, y de que el agua se veía turbia y con desperdicios, como botellas o plásticos que estropeaban su idílica imagen.