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Los expertos consideran que la subida de los alquileres toca techo en Alicante

El encarecimiento se queda en un 7% en 2018 al caer la demanda por los altos precios que provocó el negocio de los pisos turísticos

Vista general de la bahía de Alicante. Los alquileres en los barrios más céntricos para un piso de tres habitaciones rondan los 900 euros y se encarece en primera línea. jose navarro

La subida del precio de los alquileres en Alicante toca techo. El arrendamiento de la vivienda sigue encareciéndose en la capital de la provincia pero no de una forma tan acelerada como lo hizo en 2017, año en que se incrementó en un 13%: el negocio de los apartamentos turísticos puso por las nubes el alquiler tradicional, desatando de paso el fenómeno de los pisos compartidos.

En cambio, en 2018 los precios se moderaron y la subida fue del 7%, según datos del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante, que coinciden con los de los portales de vivienda. Pese a esta moderación en la tendencia alcista de los alquileres, la subida acumulada durante el último año y medio es de un 17% en la provincia. La Generalitat quiere hacer frente a este crecimiento de las tarifas fijando por ley precios máximos para el alquiler y así se lo ha reclamado al Ministerio de Fomento tras fracasar el decreto en este sentido del Gobierno central.

Según los expertos, la demanda ha cedido en su presión al no poder asumir determinados costes en un mercado muy flexible. A los propietarios no les ha quedado más remedio que ajustar precios para dar salida al valor inmobiliario tras varios meses de subidas fuertes que el mercado no ha podido asumir. No es la única razón ya que influyen varios factores. Como una desaceleración en el crecimiento económico, apunta Paloma Taltavull, catedrática de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante e investigadora del Instituto de Investigaciones Turísticas.

«Los precios de alquiler se han ralentizado en el último año, señal de que el menor crecimiento económico les ha quitado presión. Los alquileres reflejan la necesidad de vivienda de los hogares que se traslada al mercado. Si crecen menos es una señal de que hay menos presión de demanda, lo que es consistente con el menor crecimiento económico del último año», añade la catedrática.

La tendencia de Alicante es similar a la de Madrid, mientras que en Barcelona se hunden los precios. En Valencia, sin embargo, los alquileres se elevaron durante la primera mitad de 2018 casi en un 15%. Acabando el año empezó a reducirse su revalorización.

A nivel nacional, el alquiler también suavizó su subida en 2018, con un incremento medio del 9,3%, que dejó el precio del metro cuadrado al mes en 10,6 euros, frente al 18,4% que creció en el ejercicio de 2017.

Sin burbuja

«No hay señales de burbuja en Alicante sino todo lo contrario. La reacción en Barcelona es demasiado dura, se han hundido en el último año. Eso tampoco es bueno», señala Taltavull tras analizar los gráficos en base a los datos de portales inmobiliarios.

En opinión de Marifé Esteso, presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, en Alicante el precio se encarece por la inercia del mercado, no tanto por una fuerte demanda como ocurría en Madrid y Barcelona. De ahí la preocupación del pasado verano, cuando la entidad colegial alertaba del perjuicio para mileuristas y estudiantes del encarecimiento de los alquileres tradicionales a causa del negocio de los apartamentos turísticos: era más complicado y caro encontrar casa para larga temporada.

A causa de la presión de las viviendas vacacionales, un piso en buenas condiciones de 80 metros cuadrados y dos habitaciones en el centro de Alicante ha llegado a costar hasta 1.200 euros al mes y 1.400 en la zona del Golf, con precios por las nubes en general en el centro, el entorno de Miriam Blasco y los PAUs, aunque también los había por 500 euros en los barrios. Los agentes inmobiliarios incluso alertaron de que había viviendas que no duraban ni 48 horas y de listas de espera para largas temporadas. Sin embargo, la caída de los precios en el último trimestre, en un 5%, ha conseguido que ese fenómeno alcista se modere.

Renta media

La renta media mensual en la ciudad de Alicante es ahora de 700 euros y está por debajo de la media provincial, que se sitúa en 737 euros. En 18 meses los precios han subido un 17%, según datos del Instituto Nacional de Estadística. El valor medio del metro cuadrado de una vivienda de alquiler en Alicante es de 7,4 euros aunque las cantidades siguen siendo desorbitadas en el caso de los chalés de primera línea de playa, con arrendamientos que pueden costar entre 2.000 euros y 3.000 euros mensuales.

Pero, ¿cuánto cuesta un alquiler medio ahora? En el centro de Alicante ronda los 800 euros un piso medio de tres habitaciones, y en la zona de la playa de San Juan y el Cabo entre 900 euros y 1.000 euros. Una propietaria acaba de subir el precio a sus inquilinos por su piso de 80 metros cuadrados en Miriam Blasco a 650 euros para dos personas, 150 euros más de lo que cobraba antes a una sola persona. Hay quien está de alquiler, como el alicantino Álvaro Blesa, pero se está pensando convertirse en propietario por lo «carísimo» que está el mercado del arrendamiento, percepción que se mantiene en la calle. «Entre lo que hay que pagar de fianza, impuestos y otros gastos casi tendría la entrada para un piso».

Ahora mismo, una hipoteca de 100.000 euros para una vivienda en Alicante a 30 años supone una cuota de 393 euros al mes el primer año a interés variable y 421 euros si el interés es fijo, en el caso del Banco del Santander.

Según el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, en Alicante hay viviendas para alquilar «aunque tampoco abundan». La entidad no maneja estadísticas fiables del parque que hay disponible ya que se ofertan tanto en los portales como en las agencias inmobiliarias y por los propios particulares. Sin embargo, uno de los principales portales de alquiler y venta online, Idealista, señala que en la actualidad se alquilan más de 1.500 viviendas.

Fernando Encinar, jefe de estudios de esta plataforma, coincide en que los precios registraron en el último trimestre de 2018 una caída significativa en Alicante, «alineada con la gran mayoría de mercados del país». «Un dato no hace tendencia, pero todo apunta a que están cerca de tocar techo en la ciudad y podrían estar comenzando a bajar. En este sentido, está claro que no hay burbuja de alquiler en Alicante. Si en algún momento hubiera existido ya se estaría deshinchando pero creemos que más bien hubo un sobrecalentamiento del mercado que se está estabilizando», dijo.

Según Encinar, la oferta de viviendas de alquiler de Alicante es muy superior a la de otras capitales de provincia como Vitoria, donde apenas hay 70 pisos.

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