Un inmueble con una antigüedad de 90 años situado frente al Mercado Central de Alicante está en obras desde hace 15 días para rehabilitarlo y convertirlo en un alojamiento turístico dotado de 22 apartamentos y bajos comerciales. El edificio cumple el perfil de otros rehabilitados para acoger apartamentos turísticos ante el auge de este tipo de negocios. Como la Casa Palacio Salvetti, levantada en 1887 en la calle Castaños reformada para acoger apartamentos de lujo y el antiguo Palacio de Die, una casa noble del siglo XVIII a espaldas de la Concatedral de San Nicolás. Hay varios proyectos más en el centro, en la calle Bailén.
El promotor del inmueble situado frente al Mercado asegura que la rehabilitación respetará la fachada, aunque ha pedido licencia para construir tres plantas más sobre las tres originales. La misma constructora, que también se dedica a la explotación hostelera, tiene otro alojamiento turístico en la calle San Vicente, con nueve apartamentos, que llevan 14 meses abiertos.
La provincia cuenta con casi 41.000 apartamentos turísticos, el 60% del total de los que están dados de alta en el registro de la Generalitat Valenciana. La capital alicantina, con unos 1.400, cinco veces más que hace una década, no es una excepción: el auge de este tipo de actividad da vida al patrimonio y permite la recuperación de edificios históricos y antiguos que estaban vacíos.
Caballerizas
Éste es el caso del inmueble de tres plantas con entrada por la calle Vicente Inglada 11, aunque la mayor parte de la fachada recae a Calderón de la Barca y se sitúa frente al Mercado Central. Este edificio acogió unas caballerizas durante la Guerra Civil y llevaba abandonado unos cinco años. Desde entonces no tenía vecinos ni negocios en sus plantas bajas ya que la antigua ferretería del Mercado abandonó el local que había ocupado en el edificio durante cerca de 90 años para trasladarse unos metros más abajo, y también cerraron la joyería y la inmobiliaria de la misma finca.
El promotor de los apartamentos turísticos, Javier Requena, de la empresa Rialnecons, destacó la excelente ubicación de este edificio, frente al Mercado Central y «con mucho paso de gente. Es una esquina muy buena de Alicante».
Añadió que la idea que tienen es respetar la fachada. De momento la actuación está en la fase de obra menor, que consiste en el refuerzo estructural y la redistribución de las tres plantas originales para el uso que se le quiere dar, y están pendientes de la licencia de obra mayor solicitada al Ayuntamiento para levantar otras tres plantas más y hacer los apartamentos turísticos. «Es una línea de negocio distinta a otras y buenísima para Alicante, que no tiene mucha industria», dijo el promotor, que será quien explote turísticamente este negocio. Sin embargo, no quiso desvelar las cifras de la inversión en la compra y rehabilitación del inmueble. El plazo de obras es de un año y medio.
El edificio objeto de la actuación no cuenta con protección especial pese a su antigüedad. Por eso, Alfredo Campello, de la asociación cultural Alicante Vivo, invitó al promotor a respetar el estilo arquitectónico y a no alterar el diseño de la fachada original. «Hay un inmueble muy parecido entre San Vicente y la calle Empecinado y lo han modificado. Esperamos que en este caso no sea así. Es un edificio sencillo pero con una cornisa interesante y un diseño singular en sus balcones. Nos gustaría que no tocasen las molduras y se mantenga la forma, la altura y la anchura de los vanos, porque ahora la moda es hacer cosas raras».
El inicio de la obra ha despertado expectación entre vecinos y comerciantes. Vicente Armengol, de la asociación Corazón de Alicante, destaca que la rehabilitación de edificios completos con fines turísticos para acoger un perfil de cliente medio alto es positiva. El presidente de la asociación de concesionarios del Mercado Central, José Vicente Valenzuela, apoyó la inversión. «Esa esquina estando operativa da mucha vida al entorno del Mercado y si el alojamiento es tipo apartamento con cocina seguro que comprarán en nuestros puestos. Será un buen reclamo».
En el catastro figura que el edificio es de 1930 y que tiene una planta de 279 metros cuadrados. Según promotores consultados, la inversión en un inmueble de estas características para reformar puede oscilar entre un millón y un millón y medio de euros.
