La celebración el martes que viene del encuentro amistoso de fútbol entre la Selección española femenina de fútbol y la de EE UU, actualmente la mayor potencia mundial de la categoría, ha dejado sin su improvisado refugio a decenas de personas sin techo, que se vieron desalojadas ayer a primera hora de la mañana del entorno de las taquillas del Estadio Rico Pérez, donde hasta el momento pasaban las noches sin mayor problema.

«Es cuestión de imagen. Cómo va a mostrar a estos personajes un país tan avanzado. Es demencial tanta hipocresía». La que así se pronuncia es Raquel Nieto, madre de una de las desalojadas. «Les han echado como a perros», aseguraba momentos después de ayudar a su hija y a otros indigentes a recojer «sus cuatro cosas».

Siempre según el relato de los propios indigentes, los agentes de la Policía se presentaron a primera hora de la mañana en el lugar e instaron a los que dormitaban entre cartones, mantas y tiendas de campaña a desalojar. «En media hora llévense todo esto de aquí, -nos dijeron-, porque si no, nos lo tirarían a la basura».

De hecho, cuando todavía se estaban yendo del lugar con sus desaliñados enseres empacados en deteriorados carritos de ruedas, llegaba una brigada de limpieza que se esforzó por acondicionar todo el entorno, riego incluido, y derivar a un gran camión de basura los desperdicios y enseres que quedaban por la zona.

«No es que no quieran que las jugadoras americanas vean a estas personas, es que no quieren que existan, pero mi hija está entre ellos», se lamentaba Raquel, ante la imposibilidad de tenerla en su casa «porque tengo a su hija, mi nieta, y las dos no puede ser, desgraciadamente».

Tras el desalojo intentó ubicar a su hija en un camping de El Campello, pero el coste de 90 euros y para apenas dos o tres días por falta de plazas le resultaba prohibitivo. «Ninguno de estos indigentes tiene a dónde ir. Se han desperdigado por el monte Tossal, hacia el parque. Yo estoy desolada y destrozada, no hay derecho. Al menos que lo que queda de vida a mi hija sea con dignidad», apuntaba la madre.

Rico Pérez: el "tour" de la miseria.

Refugio

El refugio de los alrededores del Rico Pérez es ya histórico para personas en situación precaria, que no pueden superar la estancia de seis meses a un año en el Centro de Acogida.

Hace ahora un par de años, con el tripartito en el gobierno municipal, se enfrentaba el Hércules al Sabadell y desde el club de fútbol señalaban a este diario que los indigentes que se encontraban en los alrededores, como los de ayer, no suponían problema alguno, además de estar controlados por la Policía. Añadieron entonces que dejarlos en donde estaban era cuestión de «humanidad».

Ayer, desde el Ayuntamiento, decidieron actuar ante la inminencia del encuentro entre las selecciones femeninas del martes próximo.

Por la noche, voluntarios de Lokímica y otras empresas que se sumaron a la actividad, se dirigieron con mantas y bebidas calientes hacia el monte para tratar de ayudar y abrigar a los sin techo.