A la Concejalía de Urbanismo, que dirige la popular Mari Carmen de España, no le gusta la reordenación de espacios que plantea la Autoridad Portuaria para los muelles de Levante y Poniente. Así se lo ha hecho saber a la institución que preside Juan Antonio Gisbert a través de las alegaciones presentadas a la modificación puntual quinta del Plan Especial del Puerto de Alicante, que afecta a la prolongación de los muelles de Levante y Poniente.

La edil de España explicó que, en las alegaciones, el Ayuntamiento pide la desestimación de la tramitación del plan hasta que se apruebe la Delimitación de Usos y Espacios Portuarios, advirtiendo «que el modelo de ocio está agotado» y reclamando al Puerto «que varíe hacia unos usos relacionados con la innovación y digitalización». Urbanismo, además, advierte a la institución portuaria que su propuesta «puede crear un muro visual en la fachada principal de la ciudad por la falta de ordenación y limitación de alturas para nuevas construcciones».

El escrito redactado por el Departamento de Planteamiento y los servicios de Estudios, Proyectos, Viario, Medio Ambiente y departamento de Memoria Histórica contempla cuatro alegaciones. La primera reclama que debe «desistirse» de la tramitación de la modificación puntual quinta del PEP hasta la aprobación definitiva de la Delimitación e Usos y Espacios Portuarios, «para evitar incompatibilidades posteriores». En la segunda, el Ayuntamiento considera «agotada» la relación de usos posibles que se establecen para la prolongación del muelle de Levante (Zona Volvo), ya que «no se corresponden con la actual política de desarrollo del municipio en su conjunto». Desde el Gobierno local del PP se considera «agotado el modelo de ocio y se pide una variación hacia usos más relacionados con la innovación y la digitalización». También se advierte del impacto que tendrá ese desarrollo para la ciudad, y es que los técnicos señalan que «la edificabilidad y la ocupación deben reducirse en la medida en que nos alejemos de la zona de interacción con la ciudad y en ningún caso puede suponer un obstáculo para la visualización de la fachada de la ciudad desde el mar». Además se cuestiona que «se haya reducido la separación a linderos y se aumenta la ocupación y la edificabilidad con respecto a la ordenación que se presentó en el trámite ambiental».

En la tercera alegación, el Ayuntamiento reitera la «ausencia de una ordenación pormenorizada en la zona del muelle de Poniente, al no estar prevista la parcelación, los viales, los usos de las parcelas y sus alturas, además de no prever la situación de las construcciones ya existentes ni computar la edificabilidad actual». La última alegación precisa que esta modificación predice «el desarrollo urbanístico para fines distintos de la actividad portuaria sin que se prevea la posibilidad del establecimiento de suelos con fines dotacionales en favor de la ciudad». Para el Gobierno de Barcala, el Puerto «no puede permanecer ajeno a esta oportunidad de desarrollo».