Las orugas de la procesionaria se cuelan dentro de las casas. Está ocurriendo en el barrio alicantino de Rabasa, donde los vecinos explican cómo los gusanos penetran en sus patios y terrazas para su disgusto y temor porque la mayoría tienen niños pequeños. Los afectados reclaman al Ayuntamiento un protocolo más rápido para poder actuar contra la plaga, que atribuyen en este caso a un único pino enfermo en el solar de una finca contigua que está en venta. Un niño de corta edad del vecindario fue atendido hace unos días por su pediatra por urticaria en tronco, cara y extremidades tras estar en contacto en su domicilio con la procesionaria, según recoge el parte médico que mostró su padre.

«Llamamos al Ayuntamiento porque el propietario del solar no hace nada pese a que un vecino contactó con él, y nos dicen que tenemos que registrar una queja con fotografías. Deberían mandar a la Policía o tener un protocolo más rápido porque hay al menos seis viviendas afectadas y a nosotros nos han entrado las orugas a la habitación donde dormimos», explicó ayer Roberto Sánchez, uno de los afectados, que reclaman al Ayuntamiento que obligue al propietario a sanear el pino.

Las orugas eclosionan en invierno por el calentamiento global, que adelanta tres meses la actividad biológica de una plaga que lo normal es que se deje ver a las puertas de la primavera como insecto del ecosistema del pino.

Desde una de las viviendas se aprecian en el árbol enfermo al menos siete grandes bolsas de procesionaria. En cada uno de estos nidos pueden desarrollarse entre 500 y 1.000 orugas. Desde antes de Reyes, los vecinos han visto a los gusanos moverse en fila por la acera de la calle San Gregorio, donde está la casa derruida con el pino que se seca por la plaga. La fila va por las fachadas vecinas hasta entrar en las casas.

«Es peligroso no solo para los niños, también es una amenaza para los perros», que si comen orugas de la procesionaria pueden enfermar e incluso morir.

Uno de los vecinos ha decidido cortar los pinos sanos que tenía en su jardín para evitar el contagio. «Si no se hace nada, la procesionaria puede llegar a los pinos de un jardín público que hay a unos metros de las casas, e incluso hasta el cuartel de Rabasa», alertan los vecinos, que se quejan también del estado sanitario de la finca donde está el pino enfermo. Afirman que hay gatos y pulgas, y una valla que se derrumba.

Apogeo

La procesionaria está en todo su apogeo en las pinadas de la provincia, sobre todo en la especie «pinus halepensis», el pino carrasco, que es el más común, y que se ha acostumbrado a «convivir» con esta plaga, «porque afecta a la salud del pino pero realmente no lo seca», señala el director del departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Universidad, Santos Rojo.

La oruga es más nociva para otras especies ornamentales, como el pino piñonero que empieza a proliferar en la Playa de San Juan, y sobre todo para el pino canario, capaz de rebrotar cuando sufre un incendio pero que sucumbe a estos gusanos, que aniquilan la especie.

«La problemática más grande está en las ciudades. Es responsabilidad de las administraciones controlar la incidencia en los jardines de particulares. Ocurre igual con los mosquitos. Una sola balsa puede crear una plaga, lo mismo que unos pocos pinos abandonados en un jardín en el caso de la procesionaria. Cuando ya salen las orugas ha acabado su ciclo, pero crean problemas si entran en contacto con los niños, y los perros. Se mueven bastante».

Los expertos reclaman a ayuntamientos, diputaciones y al Consell como responsables del control de las plagas en jardines urbanos y montes públicos realizar tratamientos preventivos cíclicos para evitar que el pino se seque por la plaga y la falta de lluvias.

Diciembre cálido

Sobre la causa de la pronta presencia de la procesionaria, el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, explica que diciembre ha sido anormalmente calido y eso ha favorecido su crecimiento a pesar de los fríos de los últimos días. «Esta plaga irá en aumento si sigue la tendencia actual de otoños y comienzos de invierno mas cálidos».