La llamada ablación es la técnica indicada para el tratamiento de la fibrilación auricular, sobre todo cuando los fármacos no han conseguido solucionar el problema o provocan graves efectos secundarios.
Este procedimiento conlleva cierta complejidad. En la Unidad de Arritmias del Hospital General de Alicante lleva haciéndose desde hace diez años y recientemente ha sido acreditado con el certificado de excelencia por la Sociedad Española de Cardiología. Se trata de uno de los pocos centros que a nivel nacional logra esta acreditación.
La ablación consiste en la realización de lesiones con calor alrededor de la desembocadura de las venas pulmonares en la aurícula izquierda, unas estructuras estrechamente relacionadas con la fibrilación auricular. La ablación se lleva a cabo con el paciente anestesiado para que esté más tranquilo. El enfermo ingresa el día antes en el hospital y pasadas 24 puede marcharse a su casa. Tras dos días de reposo relativo para prevenir problemas con las punciones femorales, el paciente puede retomar su actividad habitual.
Por la femoral
Según explica Juan Gabriel Martínez, jefe de Cardiología del Hospital General, la técnica consiste en introducir tres catéteres por la vena femoral guiados por rayos X y se accede al foco de la arritmia para quemarlo. Todos es controlado por equipos de última generación que ofrecen imágenes del corazón en tres dimensiones. «De esta forma ganamos en seguridad y también necesitamos menos dosis de radiación durante la intervención», señala Martínez
Existen otros tratamientos para controlar las arritmias, sobre todo farmacológicos. Y es que la ablación no está indicada en todos ellos, «sobre todo cuando existen otras enfermedades relacionadas».
Globalmente, la eficacia del tratamiento con ablación para la fibrilación auricular oscila entre el 50 y el 80%, según recuerdan los especialistas.
