Montar en tan solo tres días un hospital en cualquier zona del mundo donde se haya producido una catástrofe. Este es el objetivo del equipo «Start», creado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, en colaboración con el de Sanidad, y que reúne a expertos en distintas ramas profesionales, aunque la mayoría del ámbito hospitalario, dispuestos a movilizarse ante cualquier emergencia humanitaria.

A nivel nacional se ha reclutado a 300 personas y de la provincia de Alicante se han sumado once profesionales, entre enfermeros, anestesiólogos, ginecólogos, administrativos y técnicos en laboratorio, radiología y electromedicina. José Navarro es médico anestesiólogo del Hospital General de Alicante y forma parte de este grupo. Explica que el objetivo es que en cada salida «se pueda reunir a 50 profesionales que estén dispuestos a movilizarse rápidamente, ya que tras una catástrofe nos avisarán a través de mensajes al móvil y en menos de seis horas tenemos que contestar». Por eso es importante contar además con un elevado número de voluntarios en reserva, «por lo menos ocho en cada categoría». Al margen de personal sanitario hay bomberos, ingenieros y técnicos, entre otros, ya que es necesario montar y mantener el hospital con todas sus instalaciones de agua, electricidad,... Además del Hospital General de Alicante, hay presencia en este grupo de profesionales de los hospitales de Alcoy, Elda, Elche o Torrevieja.

Aprender de Haití

Esta iniciativa surge tras la experiencia vivida en Haití a raíz del terremoto que asoló el país en el año 2010. Según se destaca en el resumen del proyecto «Start», el de Haití «es un caso paradigmático de respuesta sobredimensionada, limitado impacto y coste-eficiencia dudoso». Entonces se desplegaron 12 aviones con equipos técnicos y de rescate, con un total de 155 personas, 13 perros y 91 toneladas de carga humanitaria. Estuvieron presentes 14 entidades distintas, entre bomberos, SAMUR, DYA, etcétera. «Hubo enfermos que se quedaron sin seguimiento y a raíz de ahí surgió la idea de crear un único equipo de gente experta para que viaje a las zonas de catástrofe», señala Navarro.

El objetivo, por tanto, de este proyecto, según reza su memoria, no es otro que «el de estandarizar la respuesta a catástrofes naturales por parte de los equipos médicos internacionales de forma que se asegure un nivel de calidad mínimo».

Toda la actuación de los profesionales es de carácter voluntario y, de hecho, los que se desplazan desde la Comunidad Valenciana lo hacen perdiendo dinero, ya que durante el tiempo que se encuentren desplazados (un máximo de 15 días seguidos) cobran el 75% de su salario, al tratarse de una misión gubernamental. En otras autonomías se mantiene el salario completo.

El equipo también se podrá coordinar con aquellas ONG que cuenten con una estructura similar, como Cruz Roja o Médicos sin Fronteras, y no se actuará en conflictos armados. El hospital que se desplegará en las zonas de actuación es de nivel 2, con capacidad quirúrgica y hospitalización. De esta manera, se dispone de un equipo ligero, fácil de transportar y desplegable en áreas complejas. Según explica José Navarro, en el mundo sólo hay siete hospitales de este tipo.

Durante los últimos meses, los profesionales que conforman este equipo han estado realizando cursos formativos y un simulacro en Madrid, en el que ensayaron la llegada a un país tras una catástrofe y aprendieron a montar y desmontar todo el hospital en el menor tiempo posible. «La idea es ser completamente autosuficientes y no depender de ninguna ayuda», añade Navarro.