n Trece días después de ser agredida sexualmente en una casa de Callosa d'en Sarrià presuntamente por cuatro jóvenes que están en prisión, la víctima se encuentra «muy mal» y afectada, pese a que sólo tiene vagos recuerdos debido al estado de semiinconsciencia en el que fue rescatada de la Manada gracias al aviso de la familia de uno de los detenidos. Los cuatro jóvenes alargaron la Nochevieja hasta media tarde del día de Año Nuevo, cuando la madre del chico de 21 años escuchó unos gritos en el sótano y al bajar vio a cuatro varones con una chica semidesnuda en una silla. Subió de nuevo y le dijo a otro hijo que bajara a ver qué ocurría. Vio la misma escena y pese a que uno de ellos era su hermano envió a su hermana a la Policía Local para dar la alarma.

Los agentes sorprendieron a tres de los implicados -uno se marchó a su casa tras ser descubiertos- y en el interior vieron a la chica ya vestida. Según la Guardia Civil, la encontraron «como en gran estado de embriaguez, llorando, en alto estado de nerviosismo, desorientada, hablando sola y desconociendo dónde se encuentra ni con quién». No pudo ni dar su nombre, pero sí les dijo que abusaron sexualmente de ella y rompió a llorar. Un sargento de la Guardia Civil se presentó también en la casa y se procedió al arresto de tres miembros la Manada y poco después al cuarto.

En el juzgado los implicados señalaron que no recuerdan nada desde que salieron hacia Callosa desde la casa de Benidorm, donde estuvieron toda la mañana y comenzaron los abusos. Han alegado que bebieron mucho -dos botellas de ginebra y una de tequila- y consumieron varios gramos de cocaína. Pese a esa amnesia, en el momento del arresto el considerado como líder de la Manada, Joffre, afirmó que él no había hecho nada y que los otros tres fueron quienes abusaron de la víctima. Ante la Guardia Civil tres detenidos no declararon y otro sí admitió las relaciones.

La chica, que según la acusación pudo ser narcotizada, fue atendida en el hospital y al día siguiente relató a la Guardia Civil el desarrollo de una Nochevieja que preferirá olvidar cuanto antes. La víctima se desplazó a Benidorm con dos familiares y estuvieron en varios locales de ocio, donde vio en dos ocasiones a su amigo Joffre. Este le presentó a sus tres amigos y le dijo que iba a comprar unas botellas de alcohol y que si quería droga también tenía. En un principio declinó la invitación y siguió de fiesta con una amiga, pero luego se encontró de nuevo a Joffre en un bar. Su amiga optó por marcharse y la víctima se quedó con los ahora encarcelados.

El grupo llegó a primera hora de la mañana a un piso de Benidorm donde la Guardia Civil cree que consumieron drogas, además de alcohol. Sobre las dos de la tarde, cuando el dueño se había ido a trabajar, otro inquilino auxilió a la chica porque estaban abusando de ella y los jóvenes se marcharon ante la amenaza de que iba a llamar a la Policía. Luego la acompañó a la calle, pero allí estaban esperándola y se marchó con ellos hasta la casa de Callosa, donde se consumó la agresión sexual. Un vídeo incautado a un detenido prueba que la chica no quería tener relaciones con los detenidos. Mientras siguen las pesquisas, tres de los jóvenes están en un módulo de respeto de Fontcalent, donde llevan una vida tranquila, aunque en el comedor coinciden con presos de otros módulos, el momento más delicado. El más joven está preso en Villena.