El aumento de la matrícula de alumnos que exige Educación en sus aulas a los centros concertados de 16 localidades de la provincia para el curso que viene, ha renovado el malestar que el cierre de las primeras aulas subvencionadas generó en padres y profesores del sector con el conseller Vicent Marzà.
En concreto desde Callosa d'En Sarrià, la localidad que se ve más afectada por el aumento de la ratio mínima para concertar, especialmente en Bachillerato donde se exigen ocho alumnos más por aula que el curso pasado, el director del único centro concertado del municipio se mostraba ayer muy indignado.
«Aunque no me afecta porque tengo llenas las aulas de ESO, poner 26 alumnos en Bachillerato, de 18 el año pasado, es excesivo cuando hay colegios públicos en esta localidad que han tenido cinco y seis alumnos en aulas de Primaria», expone Enrique Luis Sanchís, director del colegio Almedia.
Opina Sanchís, que regenta un centro concertado formado por una cooperativa de padres, que pese a tener matriculados 610 alumnos y lista de espera todos los años «con estas medidas se intenta castigar y presionar. Creo que lo mejor en una sociedad democrática sería poder elegir y tener una escuela pública de calidad», sopesa este director.
Demanda, por tanto, que se aplique el mismo rasero que a los centros públicos. «Históricamente, cuando uno público tiene 43 solicitudes en primero de Bachillerato se crea un aula más, pongamos por tanto 22 alumnos de media por aula y no 26», concluye.
La representante provincial de los padres de alumnos de centros concertados, Julia Llopis, califica además de «escándalo» que «en un centro público el mínimo sea 14 alumnos y en uno concertado 21. Habría que buscar la equidad. Creo que se establecen mínimos a los centros concertados para cerrar aulas y se acabó la historia. Una estrategia más de Marzà, que quiere asegurarse clientes en colegios públicos vacíos».
Presupuestos
El delegado provincial del sindicato mayoritario del sector, FSIE, José Gabriel Alfonso, también apunta que la media de la ratio mínima «supone un trasvase de alumnos a centros públicos».
Alfonso añade, tras un análisis de los presupuestos de 2019 para Educación, que «el recorte de casi 2 millones de euros para la partida de conciertos de Bachillerato y FP deja en la cuerda floja 23 aulas. Es un nuevo recorte a la concertada junto al agravio comparativo de congelar la partida de refuerzo escolar en 12 millones cuando debería ser el doble».
