Dos meses. Ése es el plazo máximo que acordaron ayer los grupos municipales, por unanimidad, para que el secretario de la comisión de Santa Faz elabore un informe sobre la titularidad del monasterio con el objetivo de avanzar en la posible reversión de la titularidad de una propiedad que fue inmatriculada por el obispo Pablo Barrachina en 1979.

De ese mismo tiempo, dos meses, dispondrán los grupos municipales para elaborar un listado con otras propiedades también inmatriculadas por la Iglesia en las que concurran «bienes patrimoniales» con el fin de estudiar, al igual que sucederá con el monasterio de la Santa Faz, la posible reversión de esas titularidades. Esta relación, sin embargo, estará a cargo exclusivamente de los grupos de izquierda (PSOE, Guanyar y Compromís), ya que el gobierno local, liderado por el popular Luis Barcala, y Ciudadanos se desentienden de dar forma a ese listado de otras propiedades eclesiásticas.

Ese reparto de fuerzas entre los dos bloques se evidenció también al inicio de la reunión. Y es que el alcalde, Luis Barcala, defendió que la comisión no tenía que constituirse porque había perdido su objeto con el reciente regreso de la monjas Clarisas. Esa votación la ganaron los socios del tripartito (los tránsfugas no pueden asistir a las comisiones específicas).

Pese a que al final los cinco grupos se pusieron de acuerdo en que el secretario redacte un informe sobre la titularidad de Santa Faz y en que se elabore un listado con otras propiedades también inmatriculadas por la Iglesia, la reunión fue tensa, con continuos reproches entre los bloques, que incluso se acusaron mutuamente de «intereses electoralistas». El más duro en su discurso fue Barcala. Al término de la reunión, el alcalde llegó a hablar de la «cruzada de siempre de la izquierda rancia con una postura muy clara que no mantiene con respecto a otros credos o creencias», además de asegurar que la postura de PSOE, Guanyar y Compromís recordaba al «totalitarismo soviético: negar la propiedad privada». Ahí, dijo Barcala, no van a encontrar al Ejecutivo local del PP «bajo ningún concepto».

En la misma línea estuvo Ciudadanos, y es que ayer se volvió a mostrar la sintonía entre ambas formaciones. «PSOE, Guanyar y Compromís han vuelto a demostrar que lo que persiguen son fines meramente políticos, ya que quieren usar personal y recursos públicos para hacer campaña electoral tomando como pretexto la Santa Faz», señaló la portavoz de Ciudadanos, Yaneth Giraldo.

Los exsocios del tripartito, por su parte, se mostraron más unidos que cuando formaban gobierno. El socialista Carlos Giménez apuntó que «para conservar el monasterio en sus condiciones óptimas debería revertir la propiedad en los alicantinos».Pavón (Guanyar) defendió que el objeto de la comisión «es la conservación del patrimonio de la ciudad vinculado a la Iglesia y en especial el monasterio de la Santa Faz». Por último, Bellido (Compromís) negó las acusaciones de Barcala: «Esto no va, aunque quiera el alcalde, de una causa general contra la Iglesia o de que vuelven los rojos a quemar conventos. Seamos serios».