Los cuatro grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Alicante ultiman un documento para forzar al Gobierno municipal, liderado por el popular Luis Barcala, a que convoque una reunión «extraordinaria y urgente» de la Comisión de la Limpieza, donde pretenden abordar principalmente dos asuntos: la auditoría económica que tampoco se realizó el pasado 2018 y la intención de la Concejalía de Limpieza, en manos de Israel Cortés, de contratar una evaluación de la calidad del servicio prestado por UTE Alicante.

Aprovechando la Mesa de Contratación convocada ayer, los grupos acordaron unir fuerzas para reclamar explicaciones al Gobierno de Barcala. La redacción inicial del documento correspondió ayer al portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien remitió el borrador al resto de grupos municipales de la oposición. Compromís ya anunció el martes su intención de pedir al Ejecutivo de Barcala la convocatoria de la comisión.

Económico

La reacción de la oposición llega después de que el concejal Cortés admitiese que el Gobierno municipal no había impulsado la auditoría económica a la adjudicataria durante 2018, mientras que anunciaba de nuevo la intención de realizar un estudio sobre el servicio con un presupuesto aproximado de 12.000 euros (mas IVA).

Este pasado martes, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, Cortés reconoció que el pasado año no se llevó a cabo el control a nivel económico a la empresa concesionaria, aunque tampoco se realizó ningún control del servicio prestado en la ciudad.

El edil de Limpieza señaló al interventor como el responsable, ya que el alto funcionario se niega a que la auditoría que contempla el contrato se aproveche para realizar un control del servicio. El concejal popular, por otro lado, aseguró que sobre la mesa de su concejalía se encuentran tres ofertas para la realización de un informe sobre el servicio, que calcula que se adjudicará a finales de este mes.