La bronquiolitis se transmite de persona a persona, recuerdan desde la Asociación Española de Pediatría, «por lo que las personas que presenten una infección respiratoria, aunque sea un simple catarro, deben lavarse las manos frecuentemente, especialmente antes y después de tocar al niño o alguno de los objetos que él utiliza».

Es también importante evitar los lugares concurridos, especialmente donde haya muchos niños, como guarderías y parques infantiles. Se debe evitar totalmente la exposición al humo de tabaco.

Los pediatras también aconsejan la lactancia materna, «ya que los niños que la toman están más protegidos contra la bronquiolitis». Hasta el momento no existe una vacuna para prevenir la enfermedad, aunque está en estudio y desarrollo.