El debate en torno al rescate de la propiedad del monasterio de la Santa Faz se abre hoy en el Ayuntamiento, donde se constituye la comisión que el Pleno aprobó en noviembre para estudiar la reversión de la titularidad del convento, ahora en manos de la Iglesia. La comisión nace pese a que el alcalde, el popular Luis Barcala, ha pedido que se anule al haber vuelto al recinto las monjas de clausura para custodiar la Faz Divina, una petición que rechaza el bloque de izquierdas.

Esta comisión fue aprobada a instancias de los grupos del antiguo gobierno tripartito -PSOE, Guanyar y Compromís-, y con el voto favorable de la tránsfuga Nerea Belmonte. Los grupos del PP y Ciudadanos se opusieron y el otro edil tránsfuga, Fernando Sepulcre, se abstuvo. De nuevo será Belmonte quien tenga un papel decisivo en la hipotética disolución de la comisión, que tendrá que pasar por el Pleno.

Tras conocer la petición del alcalde de que se cierre la comisión, el grupo socialista se negó y recordó a Barcala que debe defender los intereses de los ciudadanos por encima de los eclesiásticos. «No entendemos su intención de poner fin a la comisión, será que no se ha leído el objeto de la misma. Nosotros no pedíamos que otras religiosas se instalasen en el monasterio, pedíamos que se estudiase si realmente la propiedad era municipal para evitar que situaciones como ésta volviesen a repetirse», dijo ayer la concejal del PSOE, Eva Montesinos.

También Guanyar considera que la comisión debe mantenerse. «Si Barcala plantea que la comisión se disuelva le diremos que es el Pleno el órgano que puede acordar su disolución. Se trata de que el Ayuntamiento reclame la propiedad del monasterio, la torre y el huerto porque hay sustento documental y legal para ello», dijo su portavoz Miguel Ángel Pavón.

«Más allá de la vuelta de las Clarisas, que recordemos que es provisional, está el tema de la titularidad del monasterio, que es lo que pretende estudiar la comisión, tal y como pretendía también Barcala hasta que rectificó o le instaron a rectificar», sostiene el portavoz de Compromís, Natxo Bellido.

Ciudadanos dice lo contrario. Su portavoz, Yaneth Giraldo, considera que una vez que han vuelto las monjas no tiene sentido poner en marcha la comisión y cree que la izquierda mezcla la preservación de la tradición con la propiedad del inmueble. El tránsfuga Sepulcre opina lo mismo: «si el fondo de la cuestión era que volvieran las Clarisas, solucionado». Belmonte, que votó a favor, no opinó ayer.