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Daniel Santa León

"Cocinar bien puede hacerlo cualquiera, el sello es la presentación"

"Cocinar bien puede hacerlo cualquiera, el sello es la presentación" RAFA ARJONES

Estudiante del ciclo de FP de Cocina en el Instituto Cap de l'Aljub de Santa Pola, Daniel Santa León ha sido seleccionado como semifinalista del concurso de Alta Cocina Le Cordon Bleu.

¿Qué méritos ha acumulado para lograr ser uno de los semifinalistas del prestigioso Le Cordon Bleu?

Con 21 años es mi primer concurso. Me recomendaron los profesores y también de un restaurante de Elche, Don Gim, en el que hice prácticas y trabajé. También cuenta el expediente académico para el primer corte que hacen los organizadores. Yo tengo una media de notable alto. Además, se debe completar un cuestionario con la máxima sinceridad.

¿Qué confesó en dicho cuestionario?

Mi pasión por la cocina, igual fue eso lo que convenció a los jueces de momento. Ahora llega lo divertido, que es trabajar. Después de mostrar cómo soy, ahora creo que puedo llegar a la final.

¿Qué cree que puede distinguirle sobre los demás para lograrlo?

Cocinar bien y bueno puede hacerlo casi cualquiera, yo busco dar ese punto de que guste y entre nada más verlo El aspecto visual ya te dice si es apetecible. Creo que la presentación es lo diferencial, el sello.

¿Cómo presentará su plato?

Ahora toca hacer un plato obligado, todos el mismo, que es codorniz rellena con tartaleta de champiñón, y la guarnición libre. Voy a buscar productos de temporada, y como ya tenemos la proteína con la carne y los hidratos con la tartaleta, me inclino por algo más fresco, verduras que no sean lo clásico, como alcachofas, trigueros, alguna chalota o cebollitas, porque quiero hacer también un guiño a la cocina francesa, y aprovechar la creatividad para presentarlo de forma divertida.

¿Qué secreto guarda bajo la manga para ganar?

Yo tengo una idea que igual cambia hasta el 1 de febrero que hay que presentarlo. En principio quiero recrear un pequeño huerto en el que todo lo que presente sea comestible, todo con coherencia y sentido, y alguna novedad en forma de trampantojo, pero ya se verá.

¿De dónde viene su pasión?

En mi familia no hay nadie ligado a la hostelería. Al acabar la ESO vi un reportaje sobre Arzac y empecé a plantearme que podía ser una profesión, no tanto por lo que decía, sino por lo bonito que era lo que hacía. Lo veo como un arte. No quería seguir estudiando y mis padres me propusieron un pacto: hacer Bachillerato y después, lo que quisiera. Ni siquiera hice Selectividad y me matriculé en FP de Cocina.

¿Y cómo prevé su futuro?

Me veo en mi propio restaurante con una cocina propia, con total libertad, después de recorrer restaurantes de todo el mundo.

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