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Enjambres Urbanos

Abejas urbanas en Alicante

Una asociación de apicultores proyecta crear enjambres alrededor de las ciudades que funcionen como huertos urbanos

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La asociación de apicultores Natur Alacant propone crear enjambres urbanos en los alrededores de las ciudades

Proteger a las abejas autóctonas. Con esta idea ha surgido el Api-Proyect impulsado por la asociación de apicultores Natur Alacant, que propone, entre otras iniciativas, crear enjambres urbanos en los alrededores de las ciudades que funcionen como los huertos urbanos, es decir, que los interesados puedan obtener miel para autoconsumo directamente de sus colmenas cultivada de forma natural y ecológica.

El presidente de este grupo, Anscari Fuentes, explica que «no existen refugios para la abeja alicantina y corremos el riesgo de perderla. Además, no sabemos cuántas abejas urbanas existen actualmente». En otras ciudades europeas como Viena, asegura, ya hay enjambres distribuidos en edificios públicos que funcionan «gracias al conocimiento y a la formación que se le ha dado al ciudadano». De hecho, ya han mantenido una reunión con el Consell Valencià de Cultura que va a elaborar un informe de cara a poder legislar esta práctica en la Comunidad. El Ayuntamiento de València ya se ha mostrado receptivo, señala Fuentes, y trabaja en una normativa municipal que permita colocar 80 colmenas para capturar a las abejas y llevarlas a una zona rural para que se dediquen a su cometido natural, polinizar y dar miel, en lugar de esquivar los peligros de la ciudad.

En la provincia, Natur Alacant ha encontrado la predisposición de la Diputación Provincial para colaborar en este proyecto, que también prevé montar una red de api-refugios que se sumen al que ya gestiona Fuentes en la sierra de Aitana, y aumentar así las estaciones polinizadoras de cara a poder proteger y también investigar más sobre este indispensable insecto. Fuentes ya ha mantenido una reunión con el diputado de Emergencias, Jaime Lloret, y el inspector jefe del Servicio de Bomberos del Consorcio, José Rubio, y antes de que acabe enero empezará a trabajar con el mayor experto en apicultura del parque, el jefe de servicio del Bajo Vinalopó, José Soler.

La tarea de los Bomberos es fundamental en lo que a las abejas se refiere porque son los encargados de llevarse los enjambres que forman en zonas urbanas sin causar daño a los ejemplares, que están protegidos.

La idea de Fuentes es que las abejas que retiren y su producción sean patrimonio de la Diputación y que luego puedan distribuir la miel entre colectivos sociales. También compartir conocimientos y experiencias con los apicultores y colaborar en la tarea de divulgación que la asociación quiere llevar a cabo en colegios y para la población en general.

El apicultor destaca que la colaboración con los Bomberos y las instituciones también tendrá una vertiente de prevención ante la posible llegada a la provincia en un plazo de tres años de la temida avispa asiática o velutina. Esta especie, que ya se encuentra en Tarragona, es muy peligrosa tanto para los humanos -más de una picadura puede resultar mortal- como para el resto de insectos autóctonos y carece de un depredador natural que pueda acabar con ella.

El responsable de Natur Alacant considera «increíble» que «aunque la Comunidad Valenciana es la mayor productora de miel de Europa no tenemos Denominación de Origen».

«Miel por liebre»

En este sentido, Fuentes señala que la miel de flores tiene unas propiedades medicinales importantes cuando es «de verdad». La polémica por el etiquetado de la miel que saltó hace unos meses cuando se descubrió que con un 1% de producto procedente de la Unión Europea ya era suficiente para venderla como tal aún no está zanjada. Para Fuentes se trata de un problema de rentabilidad económica porque para conseguir miel de calidad hace falta tiempo. «Si en países como China se mezcla con agua con azúcar se adulteran los parámetros y es entonces cuando la miel engorda, no es tan nutritiva o no aporta nada beneficioso para nuestra salud».

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