La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) subraya que los presupuestos que las autonomías dedican a la sanidad «son un exponente de su preocupación por el sistema sanitario público, ya que el actual modelo de financiación autonómico, al hacer transferencias globales a cada comunidad autónoma para atender todas las competencias recibidas permite a estas trasladar a los presupuestos su interés por la Sanidad y a la vez abre un amplio abanico de financiación por habitante y año entre ellas».

Para evitar las desigualdades, la federación exige no solo incrementar la financiación sanitaria de las autonomías, sino «hacerla finalista». Es decir, que en las transferencias estatales se blinden las partidas destinadas a garantizar la equidad en las prestaciones.

La federación también incide en que los presupuestos para 2019 «deben ser vistos con prudencia, porque nada menos que siete autonomías los tienen prorrogados, y aunque en un caso, Andalucía. es lógico porque acaba de realizar elecciones y es previsible un cambio de Gobierno, en las otras seis resulta menos explicable».

Siete regiones sin presupuesto

La Fadsp destaca que esta prórroga presupuestaria «en parte se atribuye al bloqueo de la modificación del techo de gasto». Para la Fadsp es «preocupante» que siete autonomías (Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla la Mancha, Cataluña, País Vasco y La Rioja) «se vaya a funcionar con presupuestos prorrogados, situación que solo parece justificada en Andalucía». Además, cuatro de ellas celebrarán elecciones en mayo (Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja), «lo que muy probablemente impedirá que tengan un presupuesto antes de fin de año».

Las 10 autonomías que han presentado sus presupuestos, «en todos los casos, excepto en Cantabria que se mantienen prácticamente igual, realizan incrementos sobre los de 2018, y en todas ellas se superan los presupuestos de 2010». En esas diez autonomías, la variación interanual es de un aumento global del 2,91% sobre 2018. La Comunidad Valenciana, con una subida del 3,6 % (46,73 euros más por habitante y año) está por encima de la media pero es la cuarta de las 10 con un menor aumento tras Madrid, Cantabria y Navarra.

Además, el gasto farmacéutico no ha parado de subir desde 2014 a 2017 (14 % en 3 años) a lo que hay que sumar el 5,1 % interanual en octubre de 2018, tanto el hospitalario, que lo ha hecho de manera muy importante (casi el 23 %), como el de recetas, «con lo que el presupuesto disponible para asistencia sanitaria ha disminuido globalmente», advierte la Fadsp.