No hubo palmera dorada desde el Benacantil tras las campanadas, como inicialmente anunció el Ayuntamiento de Alicante, pero a cambio lo más alto del Castillo de Santa Bárbara se tiñó de rojo y amarillo para dar la bienvenida al 2019. Así lo decidió el equipo de gobierno del PP, que eligió los colores rojigualda de la bandera española para estrenar la iluminación especial del Castillo coincidiendo con el Año Nuevo pese a que estaba previsto que los primeros en verse en la fortaleza fueran los colores azul y blanco de la bandera de Alicante.

Así se dijo de forma reiterada durante el periodo de prueba de la iluminación del Castillo, que duró unas dos semanas, desde la Concejalía de Infraestructuras que dirige el edil Israel Cortés. Sin embargo, al final el PP optó por la enseña nacional porque «así se decidió». El propio alcalde, Luis Barcala, apludió una imagen subida desde el Grupo Popular a una red social con la cumbre del Castillo luciendo las tonalidades de la enseña nacional.

Los colores de la bandera española se proyectarán en lo más alto de la fortaleza cada noche durante lo que queda de Navidad: hasta el día de Reyes. Desde ahora todas las noches del año el Castillo tendrá luz, aunque habitualmente la tonalidad será blanca. Se seguirán haciendo pruebas con distintos colores y el cromatismo será singular en fechas especiales y causas señaladas, al estilo de la Torre Eiffel de París o el Empire State Building de Nueva York.

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Así, la fortaleza alicantina podrá «vestirse» de morado en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; de rosa con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama; de azul y blanco (colores de Alicante) en Hogueras; y de rojo y amarillo, como está ahora, cada 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional de España.

La elección de los colores de la enseña nacional para inaugurar la iluminación especial del Castillo ha despertado división de opiniones en la oposición. La portavoz del grupo municipal socialista, Eva Montesinos, insta al alcalde, el popular Luis Barcala, a abandonar en 2019 su política de «escaparate», dijo, «y que se preocupe de una vez por los asuntos que importan a los alicantinos». «A nosotros lo que realmente nos preocupa es la parálisis que sufre la ciudad de Alicante desde que el señor Barcala llegó a la Alcaldía. Nos preocupa el estado de la ciudad; la suciedad, la falta de iluminación, los socavones... los problemas reales de los ciudadanos»», señaló ayer la edil.

El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, considera que « habría sido más propio inaugurarlo con la bandera alicantina. Pero lo importante es que se encuentre una iluminación adecuada para poner en valor el icono patrimonial y turístico de la ciudad».

Ciudadanos, en cambio, lo aprueba. «Sea cual fuera la idea del PP, no vemos inconveniente alguno en que se ilumine el Castillo con los colores de la bandera española, que es la que nos representa a todos y la que representa nuestra democracia de ciudadanos libres e iguales. Más urgente vemos la mejora de los accesos, la señalización o evitar las continuas averías que se producen en el ascensor, sin que se haya ofrecido una alternativa como autobuses-lanzadera. En estos temas nos jugamos la imagen de Alicante», señaló la portavoz de Cs, Yaneth Giraldo.

Las nuevas luces de colores de la fortaleza son fruto del cambio de sistema de iluminación ornamental, incluido en un proyecto cofinanciado por Europa para rehabilitar el entorno de los dos castillos. El proyecto, que ha contado con una inversión de 380.000 euros, persigue mejorar la eficiencia energética a partir de la tecnología led, lo que, según el equipo de gobierno, permitirá al Ayuntamiento ahorrar 50.000 euros al año en el alumbrado del Castillo.