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El Puerto de Alicante se consolida como vía de salida de las mercancías de la provincia ante el retraso del Corredor Mediterráneo

Las cargas de sectores vitales como el calzado, la piedra, los juguetes y la fruta afianzan su crecimiento y superan las 100.000 toneladas durante este año

El Puerto es la principal plataforma logística de la provincia. RAFA ARJONES

El Puerto de Alicante se ha convertido en infraestructura clave en el tráfico de mercancías ante el retraso del Corredor Mediterráneo. Las cargas de productos de sectores vitales como el calzado, los juguetes, la piedra y la fruta han consolidado su crecimiento y han generado un incremento económico del 6% respecto al ejercicio anterior en la dársena. El año 2018 termina con un Puerto más vinculado a toda la provincia, tras numerosos encuentros empresariales y visitas de técnicos de exportación de las principales empresas de Alicante para analizar conjuntamente las necesidades de sus cadenas logísticas.

Los retrasos del eje ferroviario litoral Mediterráneo, pese a su pretensión de convertirse en palanca que movilice las mercancías, han dado ventaja a la Autoridad Portuaria a la hora de dar servicio y continuidad al tráfico del género. Desde su dirección comercial y en cuanto a los sectores productivos de la provincia, y de todo su hinterland, se ha desarrollado durante este año una estrategia de impulso a través de los operadores con destino a las Islas Canarias y, por extensión, a África o el continente americano. Hasta el 31 de octubre de 2018, las manufacturas de piedra han movido 54.300 toneladas; las frutas 41.708; el calzado 4.201; y los juguetes 1.943 toneladas. En su memoria anual, el presidente Juan Antonio Gisbert ha destacado que en 2017 se consolidó el importante crecimiento del tráfico de mercancías registrado en el año anterior, que fue del 33,1%, cerrando el ejercicio con un volumen de 3.421.611 toneladas, gracias al mantenimiento de los intercambios con Canarias y la consolidación de los movimientos de mercancías sólidas a granel.

Según los datos aportados, en lo que se refiere a la gestión económico financiera, el resultado del ejercicio 2017 se ha situado en 1,57 millones de euros, lo que supone un incremento de casi el 6% respecto al ejercicio anterior. La cifra de negocio se ha posicionado en 12,56 millones de euros, un 5,5% más que en 2016.

Contactos empresariales

A lo largo de 2018, y con visión de continuidad, se han realizado encuentros para concienciar al empresariado de las ventajas de utilizar un puerto conectado a escasos kilómetros, que además de agilidad y eficacia en la gestión de las mercancías se configure como una infraestructura clave para la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera, por lo que pueda prestar ayuda al tejido productivo en sus estrategias de desarrollo medioambiental con su entorno. Fruto de estos contactos y con la colaboración de la Cámara de Comercio, la Terminal Marítima del Sureste, la Fundación Proport y otras asociaciones empresariales, el Puerto de Alicante está trabajando en impulsar sus muelles y terminales para no solo consolidar toda la carga exportada o importada a lo largo de 2018, sino aumentarla significativamente en este próximo 2019.

Francisco Menargues, decano del Colegio de Economistas de Alicante, considera que estas instalaciones son la principal plataforma logística de la provincia y un instrumento clave para el crecimiento de la economía alicantina, por lo que se debe poner en marcha una apuesta estratégica en el sector turístico. En su opinión, su potencialidad viene dada por una ubicación geográfica idónea y por su conexión con Madrid y el resto de España: «El Puerto está bien comunicado por el aeropuerto, autopistas y trenes. Hay que favorecer el asentamiento de nuevas empresas porque existen muchos factores a su favor». Menargues aboga por abrir la puerta a que las instalaciones se conviertan en puerto base de cruceros con carácter permanente: «En los últimos años ha habido un cambio de política y se ha potenciado la llegada de muchos cruceros, una situación que empeoró de 2008 a 2011 y que ahora ha mejorado». En este sentido, el Puerto cerrará 2018 superando la barrera de los 100.000 cruceristas a bordo de 54 buques, lo que supone un aumento del 20%. Según añade el decano del Colegio de Economistas, una de las cuestiones fundamentales debe ser el impulso de las zonas de esparcimiento de los alrededores para fomentar el comercio y la llegada de visitantes, así como seguir impulsando la Volvo como atractivo turístico. En cuanto a los sectores productivos de la provincia, Francisco Menargues considera que es vital ofrecer tarifas competitivas y facilitar los trámites administrativos.

Competencia directa

La competencia directa de la dársena alicantina se halla en otros medios de transporte, especialmente el tráfico rodado por carretera. Tal y como aseguran desde la Autoridad Portuaria, «el mercado del transporte marítimo está globalizado y en continua transformación, especialmente en la última década, en la que asistimos a una disrupción en el mercado tras la aparición de los megaportacontenedores». Según afirmaron fuentes del organismo, este extremo ha producido una reducción en el número de escalas y una redistribución de las mercancías a través de otros medios de transporte: «Por eso insistimos en que la verdadera competencia radica en la actividad de otros medios de transporte alternativos al transporte marítimo». Frente a esta realidad, el Puerto de Alicante compite de diferentes formas: potenciación de sus instalaciones como plataforma logística integral, mejora de la eficiencia y eficacia en sus operaciones y concienciación ante el tejido productivo de las ventajas medioambientales de la utilización del transporte marítimo frente a otros como el terrestre.

La Autoridad Portuaria, consciente de la estrecha relación con su entorno, tiene el firme compromiso de mejorar la calidad del aire, la calidad del agua, la contaminación del suelo y la gestión de residuos y ruidos, tal y como ha manifestado.

Grandes embarcaciones

La capacidad de movimiento de las instalaciones viene determinada por la propia estructura de la flota de las navieras. En una década se ha pasado de un mercado dominado por buques de poca o mediana capacidad a grandes embarcaciones capaces de transportar más de 16.000 TEUS a bordo.

El Puerto de Alicante está proyectado para dar respuesta al tráfico redistribuidor de mercancías. La función es ofrecer a su zona de influencia los servicios necesarios para que se concentre en él la carga y las navieras apuesten por abrir o reforzar las líneas marítimas con escala en esta zona.

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