Miles de alicantinos se han reunido en la plaza de Luceros para ver el último disparo del año, el último olor a pólvora que pisa Alicante hasta el inicio de las Hogueras. Allí, Reyes Martí, la encargada de la mascletà, ha hecho saltar a todos los asistentes con una actuación que ha arrancado con la simulación de las doce campanadas. 97 kilogramos de pólvora han formado el ingrediente estrella para una celebración redonda.

Alicante ha despedido el año 2018 de la mejor forma posible, "pirotécnicamente" hablando. A las 14 horas, quienes han acudido a las actividades organizadas por el Ayuntamiento en el centro de la ciudad durante esta mañana, estaban a punto de escuchar sus segundas campanadas. La pirotécnica Martí ha iniciado su disparo con los clásicos 12 segundos que acompañarán a las uvas esta medianoche.

El comienzo del disparo, con esta simulación de la celebración de Nochevieja, ha dado paso a un ritmo repetido en varias ocasiones, cerca del minuto dos, que ha movido, sin poder evitarlo, la cintura de los asistentes. Cerca del cuarto minuto de actuación, los decibelios han subido como la espuma en Luceros y no han cesado hasta una gran traca que se ha alargado durante veinte segundos hasta el término del espectáculo.

La pirotécnica se ha mostrado muy feliz tras los casi seis minutos de disparo que ha protagonizado. "Brutal", ha apuntado Martí tan solo unos momentos después del último gran estruendo y frente a un público con las palmas desgastadas de aplaudir.

El actual equipo de gobierno del PP ha optado este año por hacer un solo espectáculo pirotécnico navideño para despedir el año, frente a los dos que tuvieron lugar en la pasada Navidad con el alcalde socialista Gabriel Echávarri. Sin embargo, en esta ocasión, el disparo ha tenido un presupuesto de 6.000 euros frente a los 4.500 euros que suelen costar las mascletàs. Los caballos del monumento de Bañuls han estado protegidos con los mismos cajones que se instalan en Hogueras.