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Cinco grupos de excelencia de la provincia captan 1,4 millones para sus investigaciones

Las causas de la esquizofrenia, el diagnóstico precoz del cáncer, el parkinson, modelos computacionales de lenguaje son algunos de los proyectos

Las causas de la esquizofrenia, el diagnóstico precoz del cáncer y el parkinson a través de materiales nanoestructurados, modelos computacionales de lenguaje que detecten y modifiquen usos machistas o violentos, purificar hidrógeno para su utilización en vehículos no contaminantes y la conversión de CO2 en combustible, así como los aspectos legales del futuro mercado único digital. Estos son los últimos proyectos de excelencia que se han puesto en marcha en la provincia, en los que ya trabajan cerca de un centenar de investigadores.

Cinco grupos de investigación, cuatro de la Universidad de Alicante y uno del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche y del CSIC, han conseguido entrar en el programa Prometeo de la Conselleria de Educación y se repartirán 1,4 millones de euros para llevar a cabo sus investigaciones en los próximos cuatro años.

Los grupos liderados por la catedrática de Química Física Emilia Morallón y el catedrático de Química Analítica Antonio Canals se han unido para «utilizar materiales nanoestructurados en la detección de compuestos interesantes desde el punto de vista de la salud y medioambiental», explica Morallón. En el área de la salud se centrarán en detectar neurotransmisores relacionados con enfermedades del sistema nervioso como el parkinson, pero también servirán para detectar aguas contaminadas o para la industria alimentaria, precisa la científica. Dentro de la investigación se utilizarán distintas técnicas de láser, electroquímicas y cromatográficas que permitan la detección precoz del cáncer al conseguir la detección en niveles muy bajos en las analíticas y además usando muy poca cantidad de muestra gracias a los nanomateriales que intereaccionan con el resto de compuestos de manera distinta a lo conocido hasta ahora. Se trata de investigación básica que contribuye a la revolución de la nanomedicina y que en un futuro no muy lejano permitirá la realización de pruebas diagnósticas en casa como si de un test de embarazo o una medición de glucosa se tratara, afirma Canals.

Identificar las causas de la esquizofrenia para que esta enfermedad se pueda tratar de una manera más adecuada. Este es el objetivo del equipo del Instituto de Neurociencias encabezado por su director, Salvador Martínez. «Es el proyecto más importante de los que tenemos planteados actualmente», destaca. El grupo va a estudiar el desarrollo y la maduración de la corteza cerebral desde un punto de vista multidisciplinar, es decir, desde un análisis morfológico, anatómico, histiológico y fisiológico, algo que nunca se había abordado antes. Lo acometerán en modelos sanos y en modelos de enfermedad mental gracias a la mutación de genes implicados en el desarrollo de este tipo de patologías. Así esperan conocer qué alteraciones se producen en la formación de la corteza cerebral límbica, que es donde se generan las emociones, y que son «cruciales» para entender los mecanismos que operan en el cerebro en el caso de la esquizofrenia y de las psicosis en general.

Inclusión e igualdad

El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, es el investigador principal del proyecto «Tecnologías del lenguaje humano para una sociedad inclusiva, igualitaria, y accesible». Su finalidad es crear modelos computacionales de lenguaje de manera que el ordenador alerte al usuario de si está utilizando un lenguaje violento o machista, por ejemplo. Y no sólo eso, sino que sea capaz de corregirlo. Uno de los investigadores del grupo, Patricio Martínez, destaca que es un trabajo «muy ambicioso» que «une tecnologías en las que llevamos años investigando por separado». Los modelos computacionales se basan en lenguajes de diferentes entornos, de manera que también ayudaría a dirigirse a un grupo objetivo con las palabras adecuadas. «Si me voy a dirigir a un público infantil, el procesador me indicará qué conceptos o palabras es posible que no entienda un niño y me ofrecerá alternativas», pone como ejemplo Martínez. El sistema podría incluso instalarse en Twitter o WhatsApp y advertir a la persona que está escribiendo un mensaje de que puede ser molesto para determinados grupos de población. También detectará en las redes sociales o foros de internet los tipos de lenguaje. «La mentira, el odio, la violencia o la alegría llevan detrás un componente emocional que sirve para construir los modelos», indica.

El grupo de Materiales Carbonosos y Medio Ambiente que dirige el catedrático Diego Cazorla lleva desde los años 90 investigando en temas relacionados con la energía, la protección del medio ambiente y la síntesis de componentes químicos y este es ya su tercer Prometeo. En esta ocasión el objetivo de la investigación es doble, apunta Cazorla, pero tiene en común la catálisis, es decir, sustancias que aumentan la velocidad de los procesos y permiten obtener productos químicos en menor tiempo y con mayor selectividad. Por un lado, diseñarán un catalizador para conseguir purificar el hidrógeno de cara a utilizarlo en las pilas de combustible para vehículos no contaminantes. Se resolverá así uno de los principales problemas con los que se topan actualmente los investigadores a la hora de desarrollar esta tecnología limpia. La otra línea de investigación busca convertir el CO2 en combustible aplicando como catalizador la luz solar. «Queremos estudiar cómo hacer reaccionar el dióxido de carbono y el metano para obtener gas de síntesis con el que obtener hidrocarburos», precisa el investigador.

Los derechos del futuro

El grupo de expertos en Derecho Civil que dirige el catedrático Juan Antonio Moreno es de los pocos en este ámbito que logra un proyecto Prometeo. Su labor se centra en «analizar la nueva normativa de la Unión Europea que afecta a los consumidores, a la propiedad intelectual y a la protección de datos en el mercado digital europeo, interrelacionando estos tres sectores y aportando la perspectiva de género a los mismos», resume Moreno. El mercado único digital es un proyecto que la Unión Europea inició en 2015 para reforzar la competitividad de Europa que consiste en eliminar las barreras tecnológicas y jurídicas que existen en internet para lograr una libre circulación de servicios y mercancías en el ámbito digital dentro del territorio de la Unión, explica el profesor Moreno.

«¿Cuántas veces un estudiante Erasmus en otro país de la UE ha visto restringido su acceso a los contenidos de Netflix por estar fuera de España, pese a tener suscrita una cuenta? Tampoco es infrecuente que los consumidores encuentren un producto a un precio inferior en una web de otro país de la Unión, pero cuando intentan comprar se les redirecciona a la página de su país», enumera el director del Departamento de Derecho Civil, que también destaca el problema de la protección de datos. Con su proyecto persiguen analizar estas situaciones y aportar propuestas a la UE.

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