Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los hospitales de la provincia de Alicante empiezan a luchar contra las «superbacterias»

Los centros sanitarios de la provincia implantan medidas como personalizar los tratamientos en caso de infecciones graves

Área de quirófanos de un hospital de la provincia. ANTONIO AMORÓS

Un 10% de los pacientes ingresados en los hospitales padecen infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos. Una cuarta parte de ellos mueren. La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas calcula que durante todo 2018 habrán fallecido 35.400 personas en España afectadas por estas «superbacterias». El triple de quienes se dejan la vida en accidentes de tráfico. De ahí que el problema preocupe, y mucho, y haya obligado a las autoridades sanitarias a tomar cartas en el asunto.

En los hospitales de la Comunidad Valenciana se han puesto en marcha recientemente los denominados Programas de Optimización de Uso de Antimicrobianos (PROA), con el objetivo de racionalizar el empleo de los antibióticos y reducir el número de bacterias resistentes. Aunque en una segunda fase estos planes se extenderán a los centros de salud, por el momento el ámbito de actuación se centra en los hospitales, ya que es donde el problema adquiere mayores dimensiones. «Aquí las infecciones son más graves y las tasas de resistencia más altas», explica Esperanza Merino, responsable del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Alicante.

En este centro sanitario se han unido cuatro servicios -Microbiología, Preventiva, Farmacia y la unidad de Enfermedades Infecciosas- para poder controlar el uso que se hace de los antibióticos. Una tarea nada sencilla, teniendo en cuenta que el 45% de los pacientes ingresados en el hospital consumen antibióticos y que éstos son utilizados por todos los servicios del hospital. Además, el tiempo juega en contra, ya que cuando un paciente ingresa con una infección grave hay que atajarla en el menor tiempo posible antes de que desencadene problemas más graves, por lo que tradicionalmente se han empleado antibióticos muy potentes, que matan muchas bacterias, pero que también han contribuido a aumentar las resistencias.

Uno de los objetivos que se marcan ahora los hospitales, como explica Juan Carlos Rodríguez jefe de Sección de Microbiología del Hospital General de Alicante, «es emplear técnicas genéticas de diagnóstico rápido, que permiten en el menor tiempo posible identificar qué bacteria es la causante de la infección para poder dar cuanto antes el antibiótico necesario». Un menor tiempo de diagnóstico y un abordaje más personalizado, como ya están haciendo los hospitales generales de Alicante y Elche. «Ante determinados cuadros clínicos acudimos a ver al paciente para determinar qué antibiótico pautar, en qué dosis, durante cuánto tiempo?», explica Esperanza Merino.

En estos dos centros también se han implantado medidas para mejorar el aislamiento de los enfermos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y evitar así el contagio por bacterias. «Cuando los pacientes ingresan se hacen pruebas para ver si están colonizados por bacterias. En caso positivo se somete a un aislamiento especial y también se extreman las medidas con el material para evitar la contaminación cruzada», afirma Antonio Galiana, investigador del servicio de Microbiología del Hospital General Universitario de Elche.

En el caso del Hospital General de Alicante también se están desarrollando medidas a menor escala para involucrar a todos los servicios en esta tarea de racionalizar el uso de los antibióticos. Por ejemplo se han elaborado unas sencillas tablas de pequeño tamaño para que los médicos las puedan llevar siempre en el bolsillo de la bata. En ellas se relacionan las bacterias resistentes y los antibióticos, mostrando los porcentajes de resistencia para cada fármaco. Una herramienta a la hora de decidir qué tratamiento dar. También se está creando una web que en breve podrá ser consultada a través del teléfono móvil y acceder de una manera rápida a la información.

Diez «críticas»

Diez «críticas»Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha publicado un listado con 10 bacterias para las que ya se precisa encontrar antibióticos nuevos de manera más o menos urgente para combatirlas. En el caso concreto de la resistencia de la bacteria «Klebsiella pneumoniae» puede complicar infecciones tan graves como la neumonía, la sepsis o las infecciones de los recién nacidos y de los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos.

La resistencia de la «Escherichia coli» a una de las clases de medicamentos más utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias está muy generalizada. En muchos países, entre ellos España, este tratamiento es ineficaz en más de la mitad de los pacientes. Al menos 10 países (Australia, Austria, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, Sudáfrica, Suecia y Reino Unido) se han confirmado casos en los que ha fracasado el tratamiento de la gonorrea con el último recurso frente a esta enfermedad, un antibiótico de tercera generación.

Y en su día a día, los médicos se encuentran con problemas para curar úlceras por presión o las provocadas por el llamado «pie diabético». También se han detectado resistencias hacia tratamientos para la tuberculosis, el VIH o el paludismo.

Pero no solo las bacterias se han vuelto resistentes al uso de antibióticos. También los virus se están haciendo fuertes. En el caso de la gripe, todos los virus de la variedad A circulantes en el ser humano son resistentes a un tipo de inhibidores. Afortunadamente, aún hay inhibidores en los que la resistencia sigue siendo muy baja. La sensibilidad a los antivíricos es vigilada constantemente por la Organización Mundial de la Salud.

A la resistencia de las bacterias se une además el poco interés de los laboratorios para investigar nuevos antibióticos, ya que no son fármacos que se vayan a consumir por un paciente de por vida, como ocurre con los tratamientos para enfermedades crónicas como el colesterol. No obstante, Esperanza Merino puntualiza que en los últimos años han aparecido cinco nuevos antibióticos contra estas «superbacterias» tras el reto lanzado por la agencia Americana del Medicamento para desarrollar 20 medicamentos nuevos para 2020.

Porque de no hallar una solución en el menor tiempo posible, Antonio Galiana recuerda que la OMS prevé que en 2050 las muertes por este tipo de bacterias superen a las ocasionadas por cáncer. «La gente no termina de entender la magnitud de este problema, porque hemos nacido en la era de los antibióticos», señala el investigador del Hospital General de Elche. El gran hándicap de un problema global, «con especial incidencia en los países asiáticos, donde el uso de antibióticos en la ganadería está muy extendido».

Compartir el artículo

stats