Una familia de Almansa que regenta una conocida frutería en Elda se llevó ayer un buen pedazo del segundo premio del sorteo de Navidad: 500.000 euros. Los agraciados son dos hermanos, junto a sus respectivas mujeres e hijos, que el pasado jueves compraron cuatro décimos del 21.015. Un número que llevan jugando desde hace muchos años y que adquirieron en la administración de Almansa que tantos millones ha repartido y de la que son clientes habituales.

La mujer de uno de los premiados seguía en la mañana de ayer atendiendo a la clientela en el céntrico establecimiento de Elda. Se enteró de la noticia por la televisión y su euforia inicial cesó a los pocos minutos. Tuvo que sosegarse y contener la intensa alegría que le embargaba porque al tratarse de un sábado tenía la frutería llena de compradores a los que tenía que atender. Bien sabe que el dinero le va a permitir vivir con más holgura pero, al estar el premio tan repartido en la familia, no le va a permitir cambiar de vida ni de trabajo.

«Bendito número feo»

Una vecina de La Romana se embolsó 20.000 euros con el número 67774, uno de los cuartos premios. La participación se vendió hace un par de semanas a través del terminal del estanco que regenta Abilio Abad. «Es el primer premio que doy en los dos años que llevo vendiendo lotería y con el jaleo que tengo aquí no me quiero ni imaginar si hubiera repartido el Gordo», señalaba con alegría el dueño del establecimiento de la calle Mayor.

La agraciada se llama María José Aldeguer, tiene 30 años y trabaja en Alicante. Hace unas semanas acudió al estanco para comprobar si había obtenido algún premio en un sorteo ordinario de la Lotería Nacional. A uno de los boletos le correspondía premio por la terminación, así que le pidió a Abilio Abad que con ese dinero le diera un décimo al azar por máquina del sorteo de Navidad. Sin embargo el 67774 no le gustó nada. Dijo que era un «número feo» pero se lo metió en la cartera y se marchó a casa. Ayer, le dijo a sus compañeras de trabajo: «¡Bendito número feo!». María José todavía no sabe qué destino le va a dar al dinero. «Tengo que hablarlo con mi novio porque vamos a medias...pero gastarlo lo vamos gastar seguro», señaló riendo.