Ahora que el Gobierno ha aumentado a 900 euros mensuales (12.600 anuales, repartidos en catorce pagas) el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que beneficiará a los trabajadores que perciban su equivalente en la nómina, la brecha en las remuneraciones medias anuales por sectores se aprecia con mayor intensidad en la provincia, especialmente, en el caso de las mujeres. Y, entre ellas, en los de aquellas cuyo salario medio anual no alcanza la retribución básica, entre otras razones porque muchas están contratadas por horas, por campañas o a jornada parcial y, fundamentalmente, en actividades muy feminizadas, como las del sector terciario (comercio, hostelería...). Pero, también, en la agricultura, durante las campañas recolectoras.
Por contra, los sueldos medios de las ocupadas en la construcción, la banca o los servicios sociales en Alicante son los únicos que rebasan el salario mínimo anual de 12.600 euros que empezará a aplicarse en 2019. Incluso algunos casos lo duplican, como el del sector financiero, donde la retribución media anual de sus asalariadas se sitúa en los 28.851 euros, aunque sus compañeros perciben de media 40.023 euros, según un informe de UGT l'Alacantí-La Marina basado en las declaraciones de rentas del trabajo realizadas en la Agencia Tributaria.
El caso más igualitario se encuentra en la construcción. Las ocupadas en el ladrillo cobran 14.661 euros de media anual y sus compañeros, 14.956. Por su parte, las que trabajan en servicios sociales perciben un sueldo medio anual de 22.741 euros, aunque la cuantía es inferior a los 27.513 euros que cobran los hombres en el sector.
Actualmente, el salario medio en la provincia se sitúa en los 15.938 euros anuales, según los últimos datos de la Agencia Tributaria (AEAT) correspondientes al ejercicio 2017, año en que el SMI subió a los 9.907 euros. El promedio de la retribución de las mujeres es de 14.127 euros, mientras que el de los hombres alcanza los 17.470. Según advierten UGT y CC OO, las diferencias salariales, no por sexo, sino entre las distintas actividades, tendrían su origen en el tipo de convenio al que están adscritos los trabajadores, ya que los sectoriales, «por regla general, establecen mejores condiciones de trabajo y de remuneración que los de empresa», señalaban José María Ruiz Olmos (CC OO) y Yaissel Sánchez (UGT).
Pero, pese a la cierta estabilidad laboral y salarial que tienen los ocupados que cobran por encima del salario básico, todavía hay en Alicante más de 271.100 trabajadores que en 2017 declararon unas retribuciones medias anuales inferiores al SMI de aquel año (9.907 euros anuales), y que representan el 39,2% de los 691.242 asalariados totales de la provincia. Ingresos más bajos porque han trabajado de forma esporádica, sólo unos meses en las temporadas turística o agrícola, o que estuvieron contratados a jornada parcial, inciden los sindicatos. En general, los alicantinos con retribuciones medias inferiores al SMI trabajan en los sectores de la agricultura (7.782 euros anuales) y los servicios personales y de ocio (8.876 euros al año).
El sector primario
Pero son, precisamente, las mujeres que trabajan en el campo las que perciben el salario medio anual más bajo. Se sitúa en los 5.447 euros. Algo más elevados, y que rozarían la cuantía del SMI, son los ingresos medios anuales de las asalariadas de la industria, que perciben de promedio 12.256 euros al año; así como el de las dependientas de comercios, empleadas en talleres de reparaciones o en el transporte, cuyo salario medio anual es de 12.189 euros. En similar situación se encuentran las ocupadas en las actividades de servicios a empresas, cuya retribución media anual es de 11.045 euros.
Para la secretaria general de UGT en l'Alacantí-La Marina, Yaissel Sánchez, los datos «evidencian que, pese a la recuperación, en el mercado laboral provincial se ha instalado la figura del trabajador pobre, fundamentalmente, por el abuso de la contratación a tiempo parcial involuntaria, la precariedad y la poca estabilidad, lo que deriva en salarios muy bajos». Además, hace hincapié en el hecho de que en actividades donde la mujer es la mano de obra predominante, como en el comercio, su sueldo «sigue siendo inferior al del hombre. En muchos casos, las retribuciones femeninas todavía se siguen considerando como unos ingresos complementarios que aportar al hogar», lamentaba Sánchez, quien, al igual que CC OO, instaba a las administraciones a poner medios para «revertir» la situación de desigualdades salariales.
Por su parte, la Asociación de Mujeres Empresarias de la Provincia de Alicante (Aepa) alude en sus declaraciones a la advertencia de la CEOE de que la subida del SMI costará a las empresas 2.100 euros al año, aunque pese a ello, la patronal «no está en contra de aumentar el salario mínimo», según señala en una nota. Y sobre la brecha salarial, Aepa insta a avanzar, «dadas las diferencias en casuística entre los sectores y tipologías de empresas», señalando como la «fórmula más eficaz» la negociación colectiva.
