Cinco pedregueros cogieron el tren de la suerte a última hora. «Es un número que se ha vendido muy bien. Los cinco últimos los vendimos ayer. Incluso a última hora vinieron clientes y se lo llevaron». Robert Tent, el gerente del Àngel de la Sort, era ayer un manojo de nervios. Hace dos años ya dio un cuarto premio. «Pero es algo a lo que no te acostumbras. Y hoy hemos dado un segundo premio. Ya son palabras mayores. Es algo grande».

Y una de las afortunadas que en el último momento le echó el ojo al 21015 fue Paqui Sancho. Su madre, Juanita, se acercó llorando como una magdalena a la administración de lotería. «A mi hija le ha tocado. Se lo merece. Es muy trabajadora. No puedo estar más feliz». Y a fe que Paqui es trabajadora. En su bar, la Cassola, ella siguió haciendo bocadillos y dando almuerzos. Ya por fin salió de la cocina y se abrazó con su hija, que fue la que la llamó para decirle que la lotería había tocado en Pedreguer.

«Anoche, al cerrar el bar agotada de tanto trabajar, me dije: 'Me voy a la administración y me compro un décimo'. Y me ha tocado. Todavía no me lo creo», exclamó Paqui, que, emocionada, rompió a llorar. «Van a ser las Navidades más felices de mi vida. Me viene muy bien el dinero para tapar agujeros».

Otro de los premiados fue Pedro, quien paso como una exhalación por la administración. Se abrazó, con los ojos inundados en lágrimas, con el lotero. Y se marchó sin decir palabra.

«Le ha tocado a gente trabajadora y a la que le va a venir muy bien el dinero», explicó Robert Tent. Un premio de 8,75 millones de euros es una inyección de ilusión en un pueblo de poco más de 7.000 habitantes. El premio ha arreglado muchas economías domésticas.

Pero incluso a quien no le había tocado estaba contentísimo. José Juan Fornés, el gerente de los supermercados Masymas, no llevaba el décimo. Sus 17 trabajadoras del supermercado de la avenida Jaume I sí. «Se lo merecen. Sin duda. Son grandes empleadas. Estoy contentísimo por ellas», dijo.

Lo de Pedreguer fue de traca, pero en la comarca también Moraira pellizcó 60.000 euros del 67.774, uno de los cuartos premios. La administración del Fortí vendió en ventanilla los tres décimos.