n El jefe de servicio de la Concejalía de Comercio en la época en que se celebró la feria investigada, Diego Agulló, manifestó ayer ante el tribunal que le juzga junto al exedil Sobrino que el evento se hizo sin contrato y aunque señaló que fue «un encargo verbal» y es algo irregular, matizó que «creo que fue involuntariamente» porque fallaron los patrocinadores previstos por la agencia de comunicación que lo organizaba.

Agulló señaló asimismo que si se hubiera concretado el importe que debía pagar el Ayuntamiento antes de la feria se habría hecho un procedimiento negociado sin publicidad como sostiene el fiscal.

El técnico municipal intervino tras la feria cuando comenzaron a llegar las facturas al Ayuntamiento. Asegura que le indicó al concejal que «esto no se puede hacer así» y le dijeron que «intentara arreglarlo». A preguntas del fiscal anticorrupción Felipe Briones, admitió la reunión con el responsable de la empresa Alavés Montajes y Realización que fue grabada por el empresario y en la que le planteó si podía presentar más facturas a nombre de otras sociedades, algo que rechazó el adjudicatario del montaje.

Agulló, que reconoció que «no puedo estar orgulloso» de dicha reunión, insistió en que «las facturas se pagaron porque fallaron los patrocinadores» y aseguró que les dio el visto bueno después de que le comunicasen en la Intervención del Ayuntamiento de que se podían tramitar «como contratos autónomos». Por ello, al final se abonaron todas las facturas presentadas con cargo a servicios relacionados con la feria.