P ¿Qué ha sentido tras conocer la muerte de Laura Luelmo?

R Cuando me enteré de su desaparición la semana pasada y dieron el dato de que había ocurrido mientras estaba corriendo, ya me puse en lo peor. Estamos tan mal acostumbrados a este tipo de noticias. Vivimos en una sociedad en la que se ha perdido el respecto a todo, cuando las mujeres deberíamos tener la libertad de hacer lo que queramos. Me fue fácil ponerme en la piel de Laura, me afectó muchísimo. Una chica que sale a entrenar a un lugar nuevo, al que ha llegado con todas sus ilusiones y, de repente, se cruza en su vida un mal nacido.

P Su reacción fue un mensaje en varias redes sociales narrando experiencias desagradables que le han ocurrido durante sus entrenamientos.

R Sí, lo hice no solo por mi caso, sino porque al final en algún momento a todas las que corremos nos ha pasado algo. Salir con miedo, cambiar la ruta porque no hay luz o porque la zona que quieres escoger no tiene gente..., eso a los chicos no les pasa, ni se lo plantean.

P ¿En qué consiste el hostigamiento que sufren las aficionadas al running?

R En mi caso, hace dos meses, cuando estaba entrenando para el maratón de València escogí un recorrido que generalmente hago acompañada porque sale de la ciudad de Elche. Tuve encontronazos con conductores que pitaban, lanzaban mensajes o se acercaban bastante a mí. Lo pasé fatal y en su día decidí denunciarlo a través de las redes sociales porque cuando esta misma ruta la hacía acompañada de un amigo, no ocurría nada. El hostigamiento siempre es igual. Son coches que se cruzan en tu camino o aminoran la marcha o se pegan demasiado o te miran de manera extraña... Sé que hay zonas que no son favorables para mí y hay veces que corro el riesgo porque te enfadas con la situación.

P ¿Le ocurre lo mismo a otras corredoras?

R Sí, es que aunque vayamos juntas dos mujeres tenemos claro que hay zonas donde no podemos ir. Y cuando salgo sola tengo que cambiar las rutas. Hay amigas que no corren con música y yo la llevo baja porque hay zonas que no controlo. Y sé que lo que pasa en mi ciudad ocurre en otras. Porque cada vez que pasa algo así, alzamos la voz por las redes sociales y ves que no son casos aislados.

P ¿Suele salir a correr sola por la noche?

R Intento no hacerlo y en invierno cambio las horas de entrenamiento por hacerlo con luz. Correr es mi válvula de escape y te amoldas para hacerlo tranquila. Buscas también amigos para salir acompañada, acoplas los horarios.

P ¿Toma algún tipo de medida para sentirse más segura mientras hace deporte?

R En mi caso he llegado a comprar botes de pimienta por si alguien me ataca. Además, hace años no me llevaba el móvil cuando salía a entrenar y ahora me acompaña siempre. Llevo la música baja y los auriculares siempre conectados por si es necesario hacer alguna llamada de emergencia.

P ¿En todos los años que lleva corriendo, nota que este tipo de situaciones van a más entre las deportistas?

R Son situaciones que siempre han existido. Lo que ocurre es que ahora somos más visibles y tenemos menos miedo a decir lo que pasa, y es en parte gracias a las redes sociales. Cuando escribí el mensaje tras la muerte de Laura Luelmo, recibí contestaciones procedentes de todo el mundo. Y ahí te das cuenta de que es una cosa que le sucede a todas las mujeres. El papel de la mujer en el deporte ha pegado un boom, y gracias a eso damos visibilidad a este tipo de casos.