La tardanza en resolver las peticiones de beca de comedor han dejado de momento al menos a 3.000 escolares de la provincia sin este servicio.
Se trata de familias que recibieron el año pasado la beca, pero que al haber modificado su situación económica en alguna medida, la reclamación de documentos por parte de Educación para determinar si finalmente concede o no la beca está demorando la definitiva aprobación de las ayudas, como confirman en las direcciones de los centros consultados.
«Este curso va muy lento», apuntan desde el colegio Isla de Tabarca de Alicante, con la calificación de Centro CAES de Acción Educativa Singular, por las dificultades tanto de tipo social como económico que arrastran las familias que escolarizan allí a sus hijos.
Al igual que otros centros educativos, sostienen que se ven imposibilitados para seguir adelantando el dinero correspondiente de las ayudas de comedor hasta que Educación resuelva finalmente sobre las becas pendientes, de forma que ya no permiten el acceso al comedor a los niños cuyas familias no disponen de la beca aceptada.
«En el Isla de Tabarca hemos adelantado 2.000 euros para los comedores, de los meses de octubre y noviembre, y no tenemos más dinero en el centro para soportar el coste del comedor», lamentan responsables de este centro educativo a preguntas de este diario.
Desde el centro acompañaron a las familias afectadas a la dirección territorial de Educación para asesorarles a la hora de reclamar sus correspondientes becas, y el personal encargado de las reclamaciones de las becas de comedor para toda la provincia les informaron de que «están gestionando reclamaciones de hasta 3.000 niños», como atestiguan desde el colegio Isla de Tabarca.
Sin papeles
Los centros CAES se quejan de la paradójica situación de verse obligados a matricular a alumnado extranjero que llega sin papeles y sin recursos, y a quienes después se les deniega la beca de comedor por esa misma falta de papeles. «Son familias sin recursos pero nosotros no podemos soportar durante más tiempo el dinero del comedor», recalcan.
De los 250 niños matriculados en este centro, al menos el 10%, unos 25 niños, tienen pendiente la resolución de la beca por la conselleria, y este y otros colegios en situaciones parecidas no los admiten ya en el comedor.
Manuel, padre de familia de dos escolares en el Isla de Tabarca, se queja de que este año no le dan la beca para su hijo en Primaria. «Solo hice un pequeño trabajo pero no me llega para hacer declaración de la renta porque sigo en el paro», asegura.
Desde la Federación de padres Gabriel Miró subrayan que se trata de familias sin recursos a las que se reclama justificar con el IRPF, así como de inmigrantes. El colegio asegura haber reclamado directamente a la conselleria en València las becas para que los niños no tengan que ir a comer casa.
A preguntas de este periódico, Educación recuerda que ha aumentado el presupuesto de becas de comedor en casi 4 millones, hasta los 71,85 millones de euros. Son 20 millones más desde que el PSOE y Compromís llegaron al Consell, casi un 45% más de becados. En la Comunidad son 127 beneficiarios, 45.300 alumnos con beca en la provincia, pero algunas ayudas se están retrasando.
