El 78% de los décimos para el sorteo de Navidad se comparte, según datos de los loteros, y uno de cada tres premios Gordos jugados entre varias personas acaban en juicio: enviar una foto por whatsapp no tiene validez legal ante un tribunal y tampoco firmar el décimo por detrás. Una realidad que no ha pasado desapercibida para un grupo de ingenieros alicantinos de Desarrollo e Innovación, que vieron un nicho de mercado por explotar y pensaron en darle cobertura legal creando, en colaboración con la Universidad de Alicante, una aplicación que permite compartir los décimos, a partes iguales, ante notario gracias a un software de inteligencia artificial que incluye el reconocimiento artificial de los apostantes.

Cada participante abona 1,5 euros y sube los décimos a compartir. El dominio de la aplicación es undecimo.es. La plataforma, fruto de una idea 100% alicantina, apenas lleva funcionando una semana, de momento para los sorteos del Gordo y El Niño. La causa, la complejidad del desarrollo de la tecnología que se emplea, basada en el reconocimiento de los décimos y en el facial de cada participante mediante biometría. La aplicación es válida para las plataformas ios y android, y se puede descargar desde el store como «undecimo». Aunque existe la versión web, está diseñada para trabajar desde el teléfono móvil y también permite la compra online de lotería.

El funcionamiento es el siguiente, según explica Margarita Gómez Collado, responsable del proyecto, en el que participan seis ingenieros alicantinos: el usuario se descarga la aplicación, así como el certificado para compartir décimos. Se indica el número de personas que participan y quiénes son, cada uno de los cuales tiene que abonar 1,5 euros por la certificación notarial. El mínimo para participar es de dos personas y el máximo es ilimitado. La persona que abre el grupo es el administrador, que invita a los usuarios con los que quiere compartir los décimos y éstos tienen que aceptar la invitación.

Cada participante ha de identificarse de forma biométrica. «Hemos incorporado la misma tecnología que tienen los bancos, por tanto totalmente fiable. Incluye una comparativa de la cara de cada usuario con su DNI mediante un selfie y una foto del documento de identidad. La inteligencia artificial compara estas variables y tiene que confirmar que todo es correcto». También hay que subir una foto física del décimo. Se elabora un listado con todos los números que juega cada grupo y un notario dice que es correcto. «Certifica que son personas reales, que se sabe dónde encontrarlas y que los décimos son documentos auténticos. Ese es el motivo del proyecto: compartir décimos de lotería ante notario por un grupo reducido. Es una plataforma ante la ley y lo que se compra es la certificación».

«¿Por qué sabemos que los décimos son reales? Porque la aplicación, y ahí entra la Universidad, tiene una inteligencia artificial que escanea la lotería y garantiza que es válida para un sorteo concreto. La plataforma no deja subir el mismo décimo para compartirlo con dos grupos: la inteligencia artificial capta pequeños datos que a nivel de usuarios no percibimos a través del código de barras, en el que cada raya significa una cosa».

Si se quiere compartir el mismo número con otro grupo hay que subir un décimo nuevo. «Los décimos, debido a la cantidad de series y números que existen, se consideran big data y su tratamiento necesita una complejidad fuerte», explica la ingeniera.

El equipo ha contratado recursos externos como asesoría legal, consultoría y un abogado por la protección datos. La aplicación ya tiene aceptación, «gusta. Es muy intuitiva, solo a golpe de clic».