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Problemas en Contratación retrasarán aún más el nuevo servicio del autobús

La primera empresa clasificada para redactar el informe sobre los objetivos del pliego renuncia por vínculos con la actual contratista

Imagen de nuevos autobuses de la flota del servicio de Alicante. jose navarro

Más problemas en el largo camino para sacar a concurso el nuevo servicio de transporte urbano de viajeros de la ciudad, una concesión que caduca el próximo mes de junio tras cincuenta años en las mismas manos. En la Mesa de Contratación de ayer se puso sobre la mesa los problemas surgidos en la adjudicación de la asistencia técnica para la redacción del proyecto de prestación del servicio público y plan de viabilidad del servicio de transporte urbano de viajeros de Alicante, que salió a licitación el pasado mes de junio, ya con el PP al frente del gobierno municipal, por un precio base de 100.000 (sin incluir el IVA).

Y es que la UTE clasificada en primer término se ha visto obligada a renunciar al contrato al tener vínculos con la actual adjudicataria del servicio, Masatusa. Es decir, la aspirante no ha podido cumplir con unos de los trámites exigidos en el proceso: que antes de firmar el contrato, presente una declaración responsable indicando que ninguna de las empresas que integra la unión temporal de empresas tiene vinculación con la adjudicataria ni con ninguna de las empresas que forman parte del grupo Vectalia ni de sus filiales. Esta sociedad había presentado una oferta de 61.000 euros (sin IVA)

Los problemas relativos al camino para la nueva adjudicación pueden continuar en los próximos días, ya que la segunda clasificada en el concurso público abierto en el Ayuntamiento, también otra UTE, presentó en su día otra baja temeraria, valorada en unos 63.000 euros (sin incluir el IVA).

Fuentes de la Concejalía de Contratación, en manos de la popular María Dolores Padilla, explicaron que a la sesión celebrada ayer fue, fuera del orden del día, por urgencia, el asunto relativo al contrato de servicio de asistencia técnica para la redacción del proyecto de prestación del servicio público y plan de viabilidad del servicio de trasporte urbano de viajeros de la ciudad. Las mismas fuentes confirmaron la renuncia de la primera clasificada: «La primera de las empresas clasificadas era una UTE a la que se le ha solicitado una declaración responsable de no vinculación con la actual contratista (Masatusa), Vectalia o alguna de sus filiales. Debido a que dos de las empresas que forman dicha UTE podían estar relacionados y entrar en conflicto de intereses, se ha producido su renuncia».

Nuevos tiempos

Así, la Mesa de Contratación ha dado dos nuevos plazos a la segunda clasificada, intentando cerrar un paso previo a la adjudicación del nuevo servicio del autobús urbano de Alicante. «La Mesa de contratación ha solicitado a la segunda empresa clasificada, también una UTE, que presente la documentación necesaria, en la que se incluye la declaración responsable de no conflicto de intereses (en un plazo de 7 días), así como que justifique la baja anormal de su oferta (en un plazo de 5 días), tal y como marca la ley».

Al concurso se presentaron un total de cinco propuestas, cuatro de ellas uniones de empresas.

La redacción del proyecto previo de prestación del servicio público en Alicante para el que el Ayuntamiento busca adjudicataria persigue el objetivo de «elaborar una propuesta de racionalización y modernización de la actual concesión mediante la elaboración, diseño y explicación detallada de un mapa del servicio basado en criterios de racionalidad económica que satisfaga los objetivos estratégicos de cobertura, calidad y servicio». Así consta en el pliego de prescripciones técnicas particulares de un servicio valorado por el Ayuntamiento en un máximo de 100.000 euros (IVA no incluido) con un plazo de ejecución de cuatro meses. Entre los trabajos a realizar por la adjudicataria se incluyen el estudio de la actual concesionaria, que lleva cincuenta años prestando el servicio, y el resto de concesiones de servicio público que puedan tener influencia. Además, se acometerá un análisis de las líneas, así como de la situación de la empresa concesionaria y se propondrá una ordenación, modernización y racionalización de la concesión basándose en datos socio-económicos, dependencias educativas y sanitarias y el sistema de transporte del área metropolitana, entre otras cuestiones.

A finales de octubre, el gobierno municipal asumió que la contrata del transporte urbano caducará, a finales del mes de junio, antes de que se haya adjudicado el nuevo contrato. Tras una reunión de la Comisión de Vigilancia de la Contratación, el edil de Transportes, José Ramón González (PP), admitió la dificultad de llegar a tiempo a un servicio que lleva medio siglo prestándose por la misma sociedad. «Va a ser muy complicado sacar en los plazos previstos este contrato, ya que ni el tripartito, ni después el PSOE, han movido ningún un papel para tramitarlo a pasar de conocer su fecha de caducidad», señaló entonces González. Se estima que, si no se producen más retrasos, la adjudicación definitiva sea casi un año después de que finalice el actual contrato.

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