«La Conselleria de Educación ha cedido a los ayuntamientos una responsabilidad que nunca debió dejar, porque es suya». El representante de los padres de alumnos en la Fapa Gabriel Miró, Ramón López, culpa directamente al conseller, Vicent Marzà, de «eludir sus responsabilidades» desviando dinero presupuestado para obras en centros escolares a las universidades.
«Haría la pregunta del millón. Ese dinero ¿existe de verdad o nunca lo hubo? y, si está, ¿por qué no se les da a las universidades desde el 1 de enero, ya que no lo van a recibir hasta mediados del año que viene?», añade López.
El representante de las familias se refiere a la transferencia de crédito de 18 millones de euros aprobada por el Consell, desde su uso inicial para el Plan Edificant de erradicación de los barracones escolares, a los gastos básicos de las universidades como adelanto del presupuesto del año que viene. «Si era dinero para colegios que se invierta en los colegios porque es una locura que teniendo un instituto grandísimo como es el Radio Exterior de Alicante, se haya decidido proyectar otro nuevo mientras el existente se llena de barracones para hacer sitio a un colegio, en lugar de construir un centro de Primaria», abunda.
Lamentable
Recuerda López que 13.800 alumnos siguen en barracones y que pese a reducir la cifra que había de 25.000 en 2011, «unos y otros políticos hacen lo mismo, el PP creó Ciegsa para llenar los bolsillos de algunos y no construir lo necesario, y el Botànic, el Plan Edificant para seguir sin construir lo necesario, prometiendo y desviando responsabilidades».
Al representante de la Confederación autonómica de padres de alumnos Gonzalo Anaya, Txomin Angós, a su vez máximo exponente de la Fapa Enric Valor, le pesa que la colaboración entre algunos ayuntamientos y la conselleria sea «prácticamente nula» a la hora de erradicar los barracones. «Es lamentable, pero también que el dinero de obras nos lo llevemos a universidades, porque hay prioridades y conozco alumnos que entraron con tres años a un centro en barracones y han acabado el Bachillerato en aulas prefabricadas, toda su vida escolar. No puede ser que como no se van a hacer las obras este año, se deje el dinero para el siguiente, y luego para el siguiente».
Angós aclara que no quiere culpar a Marzà de lo que viene de atrás, pero sí le responsabiliza de «pasar de perfil y que los niños sigan en barracones. Puede que influya que un ayuntamiento sea de un color y el Consell de otro, pero el hecho es que los niños siguen en barracones propios de otros usos, es tercermundista».
Esta federación de padres concreta por su parte que de 6.369 niños en centros íntegramente en barracones, se ha pasado esta legislatura a 4.000. «La seguridad y estabilidad de los niños es lo primero para los padres. Marzà tiene la obligación de eliminarlos todos y yo la de recordar lo que no se ha hecho todavía», aclara Angós.
La concejala socialista en Alicante, Gloria Vara, también culpa por una parte al PP municipal de «inacción» respecto al Plan Edificant, y a la directora territorial de Educación, que nombró Marzà, de «no implicarse» para llevar acabo la treintena de obras programadas en la ciudad para su conclusión en cuatro años.
