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Toneladas de enseres y basura en un solar de La Florida

Los desperdicios alcanzan varios metros de altura y los vecinos de los bloques colindantes denuncian la presencia de insectos, ratas y malos olores

Decenas de colchones, sillas, mesas, cartones, bolsas de basura, carros y ropa vieja. Toneladas de enseres y desperdicios se acumulan en un pequeño solar de la calle Casiopea, en el barrio de La Florida, para desesperación de sus vecinos que ven impotentes cómo pasan los meses sin que se actúe, soportando malos olores y la plaga de todo tipo de insectos y roedores.

Según cuenta M. J. T., una de las vecinas afectadas que prefiere no dar su nombre, el problema se inició en 2016, «cuando un hombre con síndrome de diógenes comenzó a utilizar ese solar para depositar en él todo lo que se iba encontrando por los contenedores del barrio».

En algunas zonas del solar la basura acumulada alcanza varios metros de altura. «Hace varios años, y tras una primera queja por basura, limpiaron el solar y lo vallaron, pero al poco tiempo rompieron el candado». La basura comenzó a acumularse entonces a un ritmo alarmante y según señala esta vecina, cuya casa es colindante con el descampado, llegó un momento en que la puerta del solar quedó bloqueada de tantas cosas que se iban metiendo «y ya las lanzan por encima de la tapia».

M. J. T., quien ha tenido que contratar a un abogado para intentar encontrar una solución a este problema, señala que se han puesto en varias ocasiones en contacto con el Ayuntamiento. «Sabemos que se han dirigido a la empresa propietaria del solar instándole a que lo limpie, pero sin éxito». Mientras, esta vecina asegura que a las molestias por los ruidos y los malos olores, se suma «la ansiedad por estar dos años ya con estos problemas y el miedo, por si la basura acumulada acaba por generar un incendio». Los bloques que colindan con este solar son de pequeña altura.

Cinco juicios

Esta vecina ha tenido hasta cinco juicios contra el hombre al que acusa de meter la basura. «El primero de ellos hace un año porque le increpé al verle tirar basura al solar y me amenazó con cortarme el cuello. De hecho tiene varios cuchillos en el descampado, por lo que me asusté bastante». Tras un juicio rápido, el forense dictaminó que el hombre padece trastornos mentales y le impuso una orden de alejamiento de 300 metros «que después ha quebrantado en cuatro ocasiones». M. J. T. lamenta que «cada vez que lo detienen ocurre lo mismo, lo ingresan en el Hospital de Sant Joan, lo estabilizan y a los pocos días vuelve a estar en la calle». «Dicen que el problema es que no hay plazas en centros de enfermedad mental para internarlo de manera permanente».

A los malos olores y la presencia de mosquitos en verano se suman los problemas de ruido que tienen que soportar los vecinos. «El hombre que padece síndrome de diógenes duerme por el día en una casa abandonada que hay en frente y por la noche se dedica a recorrer los contenedores con el carro, por lo que da golpes contra las paredes y los portales y muchas veces grita y monta jaleo, por lo que en verano es complicado dormir con las ventanas abiertas».

En su teléfono móvil esta vecina muestra los videos que ha rodado en los últimos meses con el solar lleno de ratas a escasos metros de su vivienda. Decenas de gatos también campan a sus anchas entre los muebles que hay acumulados y duermen encima de las decenas de colchones viejos.

Este periódico se puso ayer en contacto con el Ayuntamiento de Alicante para conocer la situación de este solar y los planes para su limpieza sin obtener una respuesta.

Si uno busca en Google Street View la calle donde se encuentra el solar, puede ver que en julio de 2017 la basura ya se veía por encima del muro:

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