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Marzà saca 18 millones de obras en colegios para gastos básicos de las universidades

Educación ajusta las cuentas para poder acabar el año y desvía el dinero del Plan Edificant sin ejecutar por los ayuntamientos

La inyección económica para las universidades se dirige a gastos básicos de luz y agua para dar clase e investigar. isabel ramón

Las cinco universidades públicas de la Comunidad van a ver incrementado su presupuesto en 18 millones de euros para gastos corrientes, los más básicos para pagar la luz, el agua y las nóminas del profesorado y del personal administrativo. Este dinero extra para los campus procede en realidad de las obras no ejecutadas por los ayuntamientos de la partida prevista por Educación para obras en colegios e institutos dentro del Plan Edificant para 2018, que prevé erradicar los barracones escolares.

El desvío de los 18 millones que en principio eran para iniciar este año obras en colegios, y que se redirige ahora a las universidades, es fruto de un ejercicio de ingeniería financiera del que se van a beneficiar puntualmente las cinco universidades públicas -a la de Alicante le corresponden 4 millones de euros más y a la de Elche 2,3 millones-, tal y como acordó el último pleno del Consell del mes de noviembre y publica ahora el DOGV (Diario Oficial de la Generalitat).

«A consecuencia de la deuda histórica, las universidades han visto mermadas sus disponibilidades presupuestarias para hacer frente a gastos fundamentales como son las inversiones, la investigación o las plantillas», explica la directora general de Universidades, Josefina Bueno. La responsable educativa convierte esta transferencia de crédito de Primaria a las Universidades en una medida que lleva a cabo Educación «para posibilitar que éstas [por las universidades] atiendan y cubran gastos fundamentales para su buen funcionamiento».

Para la responsable de Universidades «pagar por adelantar la deuda es un compromiso de la conselleria con sus universidades», aunque desde el Rectorado de Alicante precisan que «no es que se de más dinero a las universidades, únicamente se anticipa al final de este ejercicio, pero el dinero no llegará hasta mayo o junio del año que viene», como explica la vicerrectora de Asuntos Económicos, Mónica Martí.

Admiten, no obstante, en la Universidad de Alicante, que esta partida aprobada a final de año para que cuadren las cuentas de Educación, supondrá «cierta inyección económica» para las paupérrimas arcas del campus. Serán unos meses de desahogo porque llegará un poco antes el fondo aprobado para resarcir la deuda histórica. «En lugar de a finales de 2019, llegará a mediados de año». concretan.

Los gastos corrientes a los que se dirige la partida extra universitaria no implican dotación alguna para inversiones o infraestructuras, sino exclusivamente para el funcionamiento más básico de las instalaciones académicas y de los laboratorios de investigación, donde tampoco se podría funcionar sin electricidad.

Los cuatro millones que se adelantan a la UA, aunque lleguen a mediados del año que viene, suponen casi la mitad del presupuesto anual para el campus de San Vicente, cifrado en 10 millones de euros, pero desde Educación advierten que al adelantárselo sobre el papel en 2018, se restará del presupuesto para las universidades de 2019.

Causas

«Es simplemente que estamos en el mes de diciembre y la cantidad de 18 millones de euros para obras educativas no se iba a ejecutar», sentencia el secretario autonómico y número dos de Educación, Miguel Soler.

Desde el departamento que dirige el conseller Vicent Marzà concretan que el presupuesto asignado a cada una de las obras escolares que se han acordado con los ayuntamientos en el marco del Plan Edificant «se conserva por completo, lo que es flexible es el cálculo de la asignación por anualidades».

Como hay ayuntamientos que ni siquiera han pedido el dinero aprobado por Educación para las obras de los colegios e institutos incluidos en el Plan Edificant del Botànic, para erradicar los barracones y agilizar las reformas de los edificios escolares, «ese dinero no se pierde, simplemente se reserva para cuando empiecen a pasar las facturas que justifican las obras», aseguran desde Educación. «Solo se ha reconducido el presupuesto», insisten.

Entre los ayuntamientos que no han reclamado todavía los gastos inherentes a las obras escolares previstas, figuran los tres principales de la provincia, como son los de Alicante, Elche y Orihuela. Tanto en Alicante como en Elche anunciaron con antelación que las obras no darán comienzo hasta 2019. En el caso de los colegios previstos en Alicante, los 3 millones solicitados a Marzà para cinco centros -La Florida, Juan Bautista Llorca, Santo Ángel de la Guarda y Emilio Varela-, se reparten entre los años 2019 y 2020. «Evidentemente este año no podía ser», declaró recientemente la concejala Mari Carmen de España, a su vez portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alicante.

En Elche son 15 millones de euros los que aportará el Consell para diez colegios, y tampoco arrancan las obras hasta 2019: Las Bayas, La Galia, Garrofers, Vallverda, Virgen de la Luz, Jaime Balmes, López Orozco, número 37, El Palmeral y el IES Montserrat Roig. Orihuela acaba de aceptar en pleno la reforma de 14 centros por 12 millones de euros, que pondrá el Consell a partir del año que viene también, y Benidorm solo ha ejecutado 23.000 euros de los 3,5 millones para sus centros escolares.

El cabreo diario

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Rogelio Fenoll

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