El Ayuntamiento de Alicante y el Obispado mantendrán la Santa Faz sin vigilancia permanente las 24 horas: la patrulla que vigilaba en los días siguientes a la marcha de las monjas Clarisas la seguridad exterior del monasterio y los accesos ya no hace guardia día y noche ya que la Iglesia les ha garantizado que hay custodia religiosa permanente por parte de devotos. Algo refutado por los vecinos, que alertan que esta protección solo funciona unas horas al día, de lo que también han sido testigos periodistas de este diario.

El caso es que un mes después de la marcha de las monjas Clarisas que han estado 500 años acompañando a la Santa Faz, la Reliquia, según testigos, pasa gran parte del día sola, sin la anunciada cobertura de vigilancia tanto de la Policía Local como de feligreses, que el domingo 11 de noviembre se comprometieron a no dejar sola ni un minuto a la Faz Divina.

Desde el Ayuntamiento insistieron ayer en que la Policía Local se instaló permanentemente en la puerta del monasterio cuando se marcharon las monjas Clarisas porque había alarma social, algo que consideran que ya no se produce, por lo que la patrulla se pasa por la zona puntualmente y hace vigilancia preventiva, pero no las 24 horas, a la vez que recordaron que el monasterio tiene su propio sistema de seguridad mediante una alarma.

Además señalaron que cuando las monjas estaban en el convento realizaban una labor de custodia y acompañamiento de la Reliquia, velando por ella, pero que la seguridad la ponía la alarma, que, según describió el capellán tras irse las hermanas, es potentísima.

Las mismas fuentes afirmaron que el deán de San Nicolás, Ramón Egío, ha confirmado al Ayuntamiento que ahora mismo la Iglesia se hace cargo de la custodia las 24 horas del día, que hay siempre personas vigilando a la Santa Faz y que ésta «no duerme sola».

En la misma línea se posicionó el capellán del monasterio, José Luis Casanova, quien afirma que se mantienen personas permanentemente en el camarín cuidando de la Reliquia y que muchos feligreses están haciendo un esfuerzo quedándose a dormir por las noches a su lado.

Sin embargo, numerosos vecinos de la pedanía coinciden en que esta vigilancia se mantuvo apenas la primera semana tras marcharse las monjas. De hecho, explicaron a este diario que como mucho observan llegar a alguna moto de la Policía Local y alguna noche se instala una patrulla durante unas horas. También aseguraron los residentes en la pedanía que se ha roto la custodia porque a la falta de policía se suma que tampoco hay gente que vaya a rezar a toda hora para que la Santa Faz tenga siempre compañía.

El acuerdo que se alcanzó en las horas inmediatamente posteriores a la marcha de las últimas Clarisas de Santa Faz con destino al monasterio de Cieza establecía tanto custodia policial como de devotos dentro del camarín. Fue acordada por el alcalde, Luis Barcala; el concejal de Seguridad, José Ramón González; el deán de la Concatedral de San Nicolás, Ramón Egío; y el capellán de Santa Faz, José Luis Casanova, que se repartieron las obligaciones para dar cobertura las 24 horas a la Reliquia.

La ausencia de las Clarisas obligaba a tener que abrir con mucha más frecuencia la puerta de acceso al camarín donde se guarda la Reliquia, por lo que la alarma permanecía más horas desconectada.