Tras las quejas por la oscuridad de la plaza de Sèneca que denunciaron hace tres días los padres que llevan allí a sus hijos a jugar, un nuevo emplazamiento se pone en el punto de mira. La glorieta Deportista Sergio Cardell, en el Cabo de las Huertas, apenas tiene luz una vez cae la noche. Tanto la rotonda como la avenida Historiador Vicente Ramos presentan una iluminación pobre con un número muy reducido de farolas encendidas.

Pasan las seis de la tarde, el sol cae y las inmediaciones de Sergio Cardell se oscurecen sin que nada lo evite. La acera circular que envuelve esta rotonda, con distintas cafeterías, bares y restaurantes, tan solo cuenta con tres puntos de luz: tres de las farolas que se ubican en la porción del círculo que separa Vicente Ramos de la calle Pedro Ferrándiz. Justo el punto en el que la hostelería cuenta con clientes en sus terrazas fuera de la época estival.

El resto de la glorieta carece de alumbrado nocturno. Y en el centro de ésta, solo ofrecen claridad un panel publicitario y una luz tenue que se cuela por los agujeros del techo donde se encuentra la parada del TRAM.

Uno de los brazos de la rotonda presenta la misma situación. La luz tampoco llega a la avenida Vicente Ramos, donde se estira un paseo por el centro de la avenida. El parque infantil que hay en el inicio de este recorrido está a oscuras y el trayecto sigue presentando lobreguez conforme avanza, pasando por el espacio donde la Hoguera La Condomina planta su monumento.

Antonio Fernández tiene 76 años y es vecino de Miriam Blasco, una de las cuatro calles que desembocan en Sergio Cardell. Fernández, que camina con ayuda de su bastón desde hace un tiempo, cuenta que en el último mes ha sufrido dos caídas por la mala iluminación de la zona. «Al lado de mi casa, justo enfrente del edificio de Mapfre, hay un árbol que tiene los ladrillos de alrededor levantados», explica el vecino. «Ayer pasaba por allí y perdí el control. Me caí y me golpeé con el tronco en los riñones y en el hombro», añade enfadado el alicantino.

Fernández denuncia que, desde hace ya varias semanas, la iluminación de las inmediaciones de su casa se ha quedado muy pobre. «Hace más o menos un mes que la luz se lleva encendiendo unos días sí y unos días no. Ahora hace una semana que está todo a oscuras», cuenta Fernández, quien se muestra muy enfadado puesto que el tropiezo que ha sufrido se convierte en el segundo, según explica, después de una caída en el cruce de peatones que lleva a la parada del tranvía.

Este diario publicó el pasado sábado las quejas de los padres que llevan a sus hijos a jugar a la céntrica plaza de Sèneca, a quienes les preocupa el pobre alumbrado que presenta el espacio, sobre todo en la zona de los juegos infantiles.

La plataforma Sèneca, que integra a la asociación de vecinos de este entorno, a la asociación de comerciantes y a la hoguera, transmitirá esta queja al Ayuntamiento de Alicante para que encuentre una solución. Del mismo modo, trasladará las quejas vecinales que ha recibido por la oscuridad en el parque de Canalejas, en la prolongación de jardines hacia plaza Galicia.