Cada instituto tiene que resolver la acumulación de residuos por su cuenta. Los más concienciados con el medio ambiente implican al conjunto del alumnado y al profesorado en la retirada de todo tipo de residuos, peor también admiten estar pendientes de recibir «recipientes acordes con la ley para que la empresa que lo gestiona los vaya retirando». De momento, los acumulan en bidones de cinco litros de capacidad que rotulan y etiquetan por ley.